PRAGA, 23 Oct. (EP/AP) -
El Gobierno checo se manifestó hoy firmemente a favor de acoger dentro de su territorio las instalaciones del sistema de defensa antimisiles norteamericano, aunque cree que la negociación del tratado llevará más tiempo de lo que las autoridades estadounidense desean, informan fuentes del Gobierno.
El ministro de Exteriores checo, Tomas Pojar, trasladó a los periodistas, mientras viajaba con el secretario de Defensa, Robert Gates, que el apoyo de su Gobierno no sólo está basado en una preocupación conjunta sobre futuras amenazas de ataques con misiles, sino también en un sentido "moral, histórico" de agradecimiento por el apoyo norteamericano a la democracia checa.
Pojar reiteró que Praga no tiene intención de apresurarse en la consecución de un tratado, y predijo que sería difícil ganar la aprobación del Parlamento. "Creo que esto va a llevar unos meses más" de lo que pretende fijar la agenda de Estados Unidos, que emplaza a cerrar las negociaciones a final de año y conseguir en primavera la aprobación parlamentaria del acuerdo", explicó Pojar.
Además, Pojar destacó que cuenta con poco apoyo de la población, según las encuestas de opinión, que muestran que una mayoría de checos se opone a tener en su territorio una instalación del escudo antimisiles de Estados Unidos.
Gates se reunió también con el presidente de la República Checa, Vaclav Klaus, y con la ministra de Defensa, Vlasta Parkanova, y tenía previsto reunirse con el primer ministro, Mirek Topolanek, así como con miembros del Parlamento con distintas visiones sobre el escudo antimisiles.
El Pentágono quiere instalar 10 interceptores de cohetes en Polonia que, junto a un radar de rastreo en la República Checa y otros elementos del escudo antimisiles basado en Estados Unidos, podría defender a toda Europa de un ataque con misiles de largo alcance desde Oriente Próximo.
Gates también habló con las autoridades checas sobre la futura contribución de su país a las guerras de Irak y Afganistán. El Gobierno checo decidió ayer reducir sus tropas en Irak de un número de 100 soldados, que son los que permanecen destinados hoy en Irak, a 20 para el próximo año, y aumentar su presencia en Afganistán, pasando de 250 a unos 480 soldados, explicó Pojar.
Ésta fue la primera visita de Gates a la República Checa y la primera de un secretario de Defensa estadounidense desde que lo hizo Rumsfeld en 2002.