La 'Revolución Azafrán' se tiñe de sangre en la antigua capital de Myanmar

Actualizado: jueves, 27 septiembre 2007 2:02


NUEVA YORK/YANGON, 27 Sep. (OTR/PRESS) -

La 'Revolución Azafrán' ha comenzado a teñirse de sangre en la antigua capital de Birmania, Yangón. La represión que la Junta Militar que gobierna en Myanmar ha aplicado contra las manifestaciones pacíficas de monjes budistas y población civil se cobró ayer ocho vidas, incluidas las de tres monjes, así como decenas de heridos que fueron detenidos y trasladados a centros militares de arresto. Mientras las autoridades del país reconocen únicamente una muerte civil, la UE y Estados Unidos enviaron un comunicado conjunto de repulsa y decidieron el envío de representantes de Derechos Humanos a Myanmar. Entre ellos habrá un español, que actuará como "testigo" de la comunidad internacional.

La Junta Militar que gobierna la antigua Birmania ya había amenazado con "actuar bajo la ley vigente" ante las cada vez más multitudinarias manifestaciones pacíficas encabezadas por los monjes budistas y a las que se habían sumado gran parte de la población civil de Yangón. La Policía y efectivos del Ejército usaron gases lacrimógenos, porras y disparos al aire para dispersar las masivas concentraciones que se habían organizado ayer en las pagodas de Shwedagon y Sule.

Las autoridades de Myanmar reconocieron la muerte de un civil en una de las manifestaciones, en la que la Policía se vio obligada a abrir fuego después de que 10.000 personas, incluyendo "a los denominados monjes", se negaran a dispersarse. Siempre según la versión oficial, los agentes usaron "la mínima fuerza" cuando la multitud trató de arrebatarles sus armas. El hombre fallecido, de 30 años, recibió el impacto de una bala perdida, aseguró en un comunicado la Junta Militar, que informó de que había tres heridos.

Sin embargo, los testigos presenciales narraron una escena completamente diferente a la versión de la Junta Militar e incrementaron el número de muertos debido a la represión policial y militar a ocho, incluyendo a tres monjes, figuras muy reverenciadas por la población de Myanmar, que en su 95% es budista. Según las informaciones de 'Al Jazeera' recogidas por OTR/Press, los agentes, lejos de actuar con prudencia ante la multitud, acudieron armados con armamento pesado y gas lacrimógeno.

UN ESPAÑOL EN BIRMANIA

Mientras en Myanmar existe el temor de que se repita una crisis civil como la que en 1988 acabó con la muerte de cerca de 3.000 personas, Estados Unidos y la Unión Europea condenaron ayer la represión de la Junta Militar hacia los manifestantes. El ministro de Exteriores español, Miguel Angel Moratinos, que se encuentra en Nueva York asistiendo a la Asamblea General de la ONU, explicó que EE.UU. y la UE enviaron un comunicado conjunto a las autoridades de la antigua Birmania llamándoles "a parar la violencia e iniciar el diálogo político".

"La UE y los EE.UU. expresan su solidaridad con la población de Birmania/Myanmar. Estamos profundamente preocupados por los informes que dicen que las fuerzas de seguridad han disparado y atacado a los protestantes pacíficos y han arrestado a muchos monjes budistas", añade el comunicado, que, según Moratinos, se enmarca dentro de una "actuación conjunta" de Washington y los Veintisiete. "Llamamos a las autoridades a frenar la violencia y a abrir un proceso de diálogo con los líderes prodemocráticos, incluyendo a Aung San Suu Kyi, y a los representantes de las minorías étnicas", añade el comunicado.

"Dentro de esa actuación conjunta se va a mandar a distintos representantes de los Derechos Humanos, para ser testigos y a acompañar los esfuerzos de todas las fuerzas políticas de cara a una mayor liberalización y por tanto una mayor participación de la ciudadanía de Birmania", aseguró el ministro de Exteriores, que añadió que "España probablemente enviará un representante junto al secretario de Estado francés".