BAGDAD, 18 Dic. (EP/AP) -
La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, afirmó hoy que Estados Unidos, Irak y Turquía tienen un "interés común" en detener a los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el norte iraquí, pero advirtió del riesgo de emprender cualquier acción que pudiera desestabilizar la región.
Las declaraciones de Rice --durante una visita sorpresa a Bagdad-- llegan dos días después de que Turquía dirigiera un bombardeo contra el PKK. Hasta 50 cazas participaron en el ataque del pasado domingo, el mayor contra los rebeldes en años, que alcanzó varios pueblos y causó la muerte de una mujer, según fuentes oficiales iraquíes.
Rice dejó claro hoy que Estados Unidos apoya los esfuerzos para anular cualquier movimiento rebelde, pero consideró que la determinación de actuar o no es "una decisión turca". Además, sugirió que las autoridades iraquíes, turcas y estadounidenses deberían tratar de trabajar juntas contra los rebeldes.
Tras afirmar que el bombardeo del pasado domingo fue una "decisión turca", Rice también sostuvo que su país trasladó al Gobierno de Turquía que continúa su "preocupación" por cualquier cosa que pudiera llevar a "bajas civiles" o que pudiera "desestabilizar el norte" de Irak. "Nadie debería hacer nada que amenace con desestabilizar el norte", insistió la secretaria de Estado.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores iraquí, Hoshyar Zebari, se mostró de acuerdo con Rice sobre que los tres países comparten un objetivo común: asegurar que no existe "actividad terrorista del PKK", incluidos los ataques transfronterizos contra los turcos.
Irak entiende las "preocupaciones legítimas" de Turquía con respecto a los rebeldes, dijo Zebari, quien, no obstante, lamentó que Ankara no notificara con anterioridad el ataque que realizó en el norte de Irak. Además, el ministro de Exteriores reconoció que es mejor el que Irak, Turquía y Estados Unidos colaboren para establecer un plan que permita acabar con los rebeldes del PKK.