LONDRES 30 Oct. (EP/AP) -
Reino Unido decidió hoy mantener las restricciones de visados a los ciudadanos de Rumanía y Bulgaria en medio de la controversia surgida tras admitir el Gobierno que no ha hecho un recuento correcto del número de trabajadores extranjeros que se encuentran en el país.
El secretario de Estado de Inmigración, Liam Byrne, anunció la ampliación de las actuales restricciones para los ciudadanos de los dos países, que entraron en la Unión Europea este año. Pese a la libertad de movimientos de los ciudadanos europeos que contempla la legislación comunitaria, los Estados miembro tienen la posibilidad de imponer medidas restrictivas durante un plazo de siete años.
En el caso de Reino Unido, aunque los trabajadores cualificados --como abogados, profesores y empleados sanitarios-- tienen derecho al mismo acceso que los de los países que entraron en la UE en 2004, los trabajadores no cualificados de Bulgaria y Rumanía tienen un acceso limitado.
Según el Ministerio de Interior, sólo unos 20.000 trabajadores no cualificados entran al año en Reino Unido procedentes de estos dos países, empleados exclusivamente en la agricultura y el procesado de alimentos.
Alemania y Luxemburgo acordaron en septiembre relajar las restricciones sobre los trabajadores de los nuevos Estados miembros, mientras que Austria, Bélgica, Dinamarca y Francia todavía tienen medidas restrictivas.
La decisión se produce mientras la ministra del Interior, Jacqui Smith, ha admitido que el Gobierno no incluyó a 300.000 extranjeros en sus últimas declaraciones sobre el número de trabajadores foráneos en Reino Unido.