El elegido deberá comandar un proceso de reformas que lleve a la regulación externa y permita recuperar el prestigio de Westminster
LONDRES, 22 Jun. (De la corresponsal de EUROPA PRESS, Eva Martínez Millán) -
Las votaciones en el Parlamento británico para elegir al nuevo presidente tras la primera renuncia de un 'speaker' en 300 años ha quedado reducida a dos diputados conservadores, de entre los que John Bercow, con un perfil más reformista, aparece en posición de cabeza después de haber conseguido la primera posición en las dos rondas acometidas hasta ahora.
Sin embargo, la falta de la necesaria mayoría absoluta obliga a una tercera votación en la Cámara de los Comunes, que vio cómo la primera dejaba fuera a cuatro de los diez candidatos que esta mañana habían presentado sus credenciales, ya que no llegaron al mínimo del 5 por ciento del apoyo.
Además, el proceso, que por primera vez se desarrolla en secreto, ha supuesto un varapalo para la considerada como favorita por las casas de apuestas, la laborista Margaret Beckett, quien contaba con el respaldo de los responsables de la disciplina de los partidos, reacios a las propuestas de recorte de sus capacidades para pasar más poderes a los 646 miembros de la Cámara baja que defienden los reformistas.
En la primera votación Beckett, una veterana de la política británica que llegó a liderar su partido de forma transitoria hasta que Tony Blair tomó las riendas, obtuvo 74 papeletas, por las 179 de Bercow y las 112 del otro conservador a la cabeza, George Young. Sin embargo, en la siguiente, la también ex ministra del Gobierno de Gordon Brown perdió apoyos y dejó la contienda reducida a dos aspirantes, ya que Bercow obtuvo 221 apoyos y Young, 178.
De esta forma, Westminster afronta una nueva votación en la que se decidirá al responsable de asumir la titularidad del Parlamento en uno de los períodos más determinantes de su historia, puesto que el responsable deberá comandar el proceso de reformas previstos para pasar a un modelo de regulación externa y devolver a la institución la confianza perdida tras el escándalo de los gastos de los diputados.
'SPEAKER' CONSERVADOR
En consecuencia, el nuevo 'speaker' saldrá de las filas conservadoras, tras dos consecutivos procedentes de las laboristas, en lo que supuso una ruptura de la tradición que lleva a los partidos mayoritarios a rotarse la Presidencia independientemente del que se encuentre en el poder.
De los dos, John Bercow tiene el considerado perfil más reformista, lo que le valió el apoyo de varios ministros y un número importante de laboristas, frente a las reticencias de parte de sus compañeros de partido, críticos con su abierto criticismo y su viraje al centro de los últimos años. De 46 años y diputado por Buckingham, ha definido el papel al que aspira como el de un "robusto abogado de la política democrática" que debe estar por encima de partidismo para trasladar el papel del Legislativo y escuchar las inquietudes ciudadanas.
Por su parte, George Young topa suspicacias entre los sectores más reformadores del laborismo por sus raíces aristocráticas, en las que no falta la formación en el elitista colegio de Eton, al igual que el propio líder de la oposición, David Cameron. Este ex ministro de Transportes de 67 años ya había disputado el puesto en el año 2000, cuando el desde ayer dimitido Michael Martin se hizo con la responsabilidad, y cuenta con una importante respeto en Westminster por su labor como presidente de la Comisión de Estándares y Privilegios del Parlamento.
Los resultados se conocerán entre las 20.30 y las 21.00 horas (una más en la península), tras tres votaciones con las que los parlamentarios estrenaron el proceso aprobado en 2001, precisamente por la polémica generada por la elección de Michael Martin. Además, tres diputados no tomaron parte: el decano de los Comunes, quien hoy dirige el pleno; el primer ministro, Gordon Brown; y Michael Martin, quien ayer convirtió en oficial su renuncia al escaño.
FUTURO
Una vez designado, el nuevo 'speaker' abandona el partido y en las sucesivas elecciones generales concurrirá como independiente en su circunscripción, ya que por tradición ninguna de las grandes formaciones presenta alternativa. En este sentido, a diferencia de la del Congreso español, la Presidencia del Parlamento británico tiene un carácter vitalicio y sólo cambia a su titular una vez éste fallece o se retira de la política.
Sus emolumentos ascienden a 144.520 libras, más del doble de las 64.766 de un diputado medio, mas una residencia en el complejo de Westminster que, además de un número importante de estancias ceremoniales y vistas directas al Támesis, cuenta con áreas privadas para el 'speaker' y su familia.
No obstante, el presidente del Parlamento que salga de esta votación de 2009 estará obligado a comandar un período de reformas que llevará a Westminster a una revisión integral del aparato institucional considerado más antiguo de la Europa moderna, y sacudido por el escándalo de los gastos, que ha afectado no sólo a un notable número de diputados de todos los grupos, sino al propio Gobierno.
En consecuencia, los retos del nuevo titular de los Comunes serán diferentes a los que venía desempeñando Martin, puesto que una de las consecuencias de la actual tormenta política conllevará sustituir la autorregulación vigente por un control externo independiente que se encargue de autorizar las reclamaciones en base a un sistema consensuado por los todos los grupos.
