Rusia advierte a Francia de que armar a los rebeldes tendrá consecuencias

Actualizado: viernes, 1 julio 2011 16:16


BRUSELAS, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -

El embajador ruso ante la OTAN, Dimitri Rogozin, ha advertido este viernes a Francia de que armar a los rebeldes en Libia tendrá consecuencias en sus relaciones bilaterales "si se confirma" este extremo porque supondría en opinión de Moscú "una violación de la resolución 1973" del Consejo de Seguridad de la ONU que autorizó la intervención militar internacional en el país norteafricano.

El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, ya advirtió este jueves de que la entrega de armas a los rebeldes supone una "cruda violación" del embargo universal de armas impuesto por la resolución 1970 del Consejo de Seguridad de la ONU y confirmó que solicitó a la parte francesa información para determinar si era "realidad" que entregaron armas a los rebeldes.

"Si se confirma que nuestros colegas franceses han suministrado armas a los rebeldes, esto contradice directamente las disposiciones de la resolución 1973. Esto es una cuestión muy importante y tendrá consecuencias en nuestro diálogo oficial con París", ha advertido Rogozin en un desayuno informativo de la agencia rusa Ría Novosti por videoconferencia desde Bruselas. "Necesitamos clarificar esto", ha insistido el diplomático ruso.

"No es posible decir lo que ocurrirá en lo inmediato. Necesitamos revisar bien la situación actual y planeamos mantener una conversación con nuestros colegas franceses. No podemos tomar ninguna medida apropiada en base a informaciones publicadas en los medios de masa. Necesitamos los hechos y una confirmación de esto", ha precisado, preguntado por qué tipo de medidas podría adoptar Moscú en represalia contra Francia.

SE ARMA Y LUEGO VIENE MISIÓN TERRESTRE

Rogozin ha criticado este hecho, junto con la utilización de "cazas y otros medios aéreos" en la campaña de ataques por las fuerzas de la OTAN en Libia, que hacen pensar a Moscú que "estamos en la antesala de una operación terrestre".

"Si esta operación terrestre no la lanza la OTAN, la lanzarán los países de la coalición que se han obsesionado con la guerra en Libia", ha asegurado el embajador ruso, advirtiendo que ello llevará a una mayor internacionalización del conflicto y la participación de "más y más países".

"Nos gustaría cumplir la resolución 1973", ha insistido Rogozin, quien ha querido rebajar el tono de las críticas a París, asegurando que "Francia y Rusia son aliados desde un punto de vista histórico". "Esto es así ahora y se mantendrá en el futuro", ha explicado.

Rogozin ha advertido sin embargo de que incluso la Carta de Derechos Humanos de la UE prohíbe suministrar armas "en zonas de conflicto" y ha dado por hecho de que esta preocupación de Moscú será analizada entre las autoridades rusas y los embajadores ante la OTAN que se reunirán de manera informal en Sochi el próximo 4 de julio. El presidente ruso, Dimitri Medvedev, y el ministro de Exteriores ruso, Sergui Lavrov, también participarán en el encuentro.

Los aliados y Rusia abordarán, además de Libia, las perspectivas para cooperar en defensa antimisil, el estado de las relaciones entre la OTAN y Rusia y las perspectivas de reforzar el nivel de cooperación actual teniendo en cuenta que Moscú y los aliados acordaron en la cumbre de Lisboa en noviembre el objetivo de elevar las relaciones a nivel de "socios estratégicos en un momento dado", así como los planes y dispositivos de seguridad que Rusia está estableciendo para garantizar la seguridad de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 que acogerá la ciudad balneario de Sochi frente a atentados terroristas.

LÍNEAS ROJAS EN DEFENSA ANTIMISIL DE MOSCÚ

Respecto al proyecto de cooperar en Defensa antimisil, Rogozin ha explicado que Moscú prefiere a bien crear un sistema de defensa antimisil "conjunto" o bien la opción que prefiere la OTAN "un sistema integrado" en el que cada parte mantenga la responsabilidad de su territorio.

Sin embargo, Rogozin ha recordado que Moscú aunque "no rechaza" esta segunda opción sólo aceptará "con una condición", obtener "garantías legales" de que los radares y misiles interceptores que Estados Unidos prevé desplegar en Europa en el marco del escudo antimisil "no supongan una amenaza para la Federación Rusa" y que se desplieguen "hasta las Montañas Urales".

Moscú rechaza que la OTAN puedan interceptar un misil en territorio ruso e insiste en que su sistema no debe poder neutralizar "misiles intercontinentales" y sólo misiles de corto y medio alcance. "Esto es la línea roja, la frontera que no podemos cruzar", ha explicado.

En cualquier caso, ha explicado que los dirigentes rusos también explicarán a los aliados la decisión de Moscú de "reformar su defensa espacial, que en terminología de la OTAN equivale a Defensa antimisil", ha recordado que Rusia ya tiene un sistema activo en la región metropolitana de Moscú y que su actual sistema de radares cubre un radio de "miles de kilómetros, incluso hasta el Oceano Índico", además de recordar la apuesta de Rusia por los sistemas S-300 y S-400 en fase de despliegue "capaces de interceptar más allá de la atmósfera" y los sistemas S-500 más avanzados todavía, en fase de construcción.

MÁS COOPERACIÓN EN EL CÁUCASO

Sobre las perspectivas de mejorar la cooperación entre la OTAN y Rusia, Rogozin ha explicado que espera que "el principal resultado" de la reunión de Sochi sea el compromiso de ambas partes para estrechar su cooperación en la región del Cáucaso tras las desavenencias en el pasado por el conflicto que en agosto de 2008 enfrentó a Georgia con sus dos regiones separatistas de Abjazia y Osetia del Sur, que fueron reconocidas por Moscú.

"Nos gustaría que fuera un área de cooperación", ha explicado, insistiendo en todo caso en que si Georgia aspira a entrar en la OTAN "Georgia entrará en la OTAN sin estos dos países".