MOSCÚ 9 Ago. (EP/AP) -
Una enorme cruz de madera fue erigida el miércoles en la localidad rusa de Butovo, al sur de Moscú, en recuerdo de las víctimas de las purgas que llevó a cabo del dictador ruso Joseph Stalin hace setenta años y que supusieron la ejecución de miles de personas. La cruz, que mide doce metros de altura, fue elaborada en un monasterio que albergó uno de los primeros campos de trabajo soviéticos y fue transportada en una barcaza hasta Moscú a través de un canal que fue construido con los huesos de los prisioneros del gulag. De esta manera, se pretende rendir un homenaje a todos los que sufrieron bajo el régimen de Stalin.
Este año se conmemoran los setenta años que han transcurrido desde la Gran Purga de 1937, cuando millones de personas fueron calificadas como "enemigas del Estado" y, consecuentemente, ejecutadas sin un juicio previo o enviadas a campos de trabajo.