MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
El que fuera otrora el hombre más rico de Rusia, al frente de la petrolera Yukos, Mijail Jodorkovsky, que cumple condena de ocho años en una recóndita cárcel siberiana en Chita, tachó hoy el caso judicial impulsado en su contra de "farsa vergonzosa", después de que recientemente la fiscalía presentara nuevos cargos en su contra por evasión fiscal y blanqueo de dinero.
"El Tribunal, que es un instrumento subversivo del poder vertical, emitirá seguramente una condena de culpabilidad", denunció Jodorkovsky en una declaración difundida en una Web simpatizante en Internet.
Por ello, describió su caso como "una farsa vergonzosa que nada tiene que ver con la justicia", arremetiendo contra el sistema político y judicial vigente en el país. "Rusia es un Estado de derecho hecho a su medida, donde oficiales corruptos utilizan el poder para sus intereses políticos y personales", agregó.
En este sentido, el ex magnate reclamó nuevas elecciones con el objetivo de elegir a un presidente "ajeno a la máquina de la corrupción", ya que, se mostró convencido de que, con Putin en la Presidencia no saldrá de prisión hasta que se celebren nuevas elecciones.
"La razón por la que está sucediendo todo esto es absolutamente obvia. La gente que se inventó el 'caso Jodorkovsky' para poderse apropiar de Yukos, la empresa más próspera de Rusia, están muy nerviosos de poderme ver libre y esperan asegurarse, de esta manera, contra la posibilidad de mi puesta en libertad condicional", esgrimió Jodorkovsky, después de que los nuevos cargos presentados en su contra impliquen, casi con toda probabilidad, que el ex empresario que cumple condena de ocho años en Siberia no obtenga la libertad condicionada, tras cumplir la mitad de su condena.
Por su parte, el abogado de Jodorkosvky, Robert Amsterdam, incidió en palabras del propio presidente ruso, Vladimir Putin, cuando éste habló de "dictadura de la ley". "Esto es justamente una dictadura", aseguró el letrado respecto a su país.
El ex dirigente de Yukos, detenido el 25 de octubre de 2003 acusado de fraude y evasión fiscal, fue juzgado por un tribunal en Moscú que le condenó a ocho años de prisión. En octubre de 2005 fue trasladado de una cárcel moscovita a un penal en Siberia, cerca de la frontera con China.
El octubre pasado, tras haber cumplido en prisión la mitad de la condena, tenía derecho a acogerse a la libertad condicional, por lo que, según el equipo jurídico internacional que lleva el caso de Jodorkovsky los nuevos cargos imputados a su cliente buscan impedir que esté en libertad durante las elecciones presidenciales del año próximo.
