MOSCÚ, 20 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio ruso de Exteriores culpó hoy a Reino Unido de la suspensión de la cooperación antiterrorista bilateral, después de que el Gobierno británico suspendiera sus relaciones con el Servicio Federal de Seguridad (SSF), la principal agencia de seguridad rusa, dentro de la crisis diplomática provocada por la negativa de Moscú a entregar al magnate Andrei Lugovoi, principal sospechoso en la investigación por la muerte del ex agente Alexander Litvinenko, que había obtenido la nacionalidad británica.
El portavoz del Ministerio, Mijail Kamynin, declaró que la cooperación es imposible dado que Londres "ha afirmado haber suspendido todo tipo de relación con el SSF, el cuerpo que lidera los esfuerzos antiterroristas de Rusia", en declaraciones recogidas por la agencia RIA Novosti.
La Fiscalía británica acusó al multimillonario Lugovoi, antiguo guardaespaldas del Kremlin, de envenenar a Litvinenko con material radiactivo el pasado mes de noviembre. El empresario ha negado los cargos y se ha amparado en la Constitución rusa, que prohíbe la extradición de sus ciudadanos.
A pesar de que el presidente ruso, Vladimir Putin, ha tratado de restar importancia al conflicto diplomático, que calificó de "mini crisis" tras la reunión con sus homólogos húngaro y finlandés en Mordovia, el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, criticó a las autoridades británicas por no informar a Moscú de los motivos por los cuales se pide la extradición de Lugovoi.
"(Londres) no nos ha dado los archivos del caso Litvinenko, por lo que no sabemos que ha motivado a los fiscales británicos a acusar a Lugovoi", declaró Lavrov. "No podemos violar nuestras leyes, del mismo modo que los británicos tampoco pueden violar las suyas", afirmó.
El ministro de Exteriores también consideró que las medidas británicas de rechazo son "una prueba de fuerza" iniciada por el nuevo Gobierno de Gordon Brown. "En muchos aspectos, es un factor que llega con el nuevo Gobierno", indicó.