MADRID 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno ha intentando desde un primer momento acabar con el conflicto del Sáhara Occidental "no con palmaditas en la espalda, sino con políticas" que permitan alcanzar "una solución definitiva y pactada" entre las partes y que garantice que "sea el pueblo saharaui el que decida cuál es su futuro", afirmó la secretaria de Estado de Cooperación, Leire Pajín.
En una entrevista publicada en el número de mayo de la revista 'Temas para el Debate' y recogida por Europa Press, Pajín subrayó que "la mejor ayuda que puede recibir el pueblo saharaui es acabar, de una vez por todas" con el contencioso que enfrenta desde hace más de 30 años a Marruecos con el Frente Polisario, apoyado por Argelia.
A la pregunta de si se ha olvidado a los saharauis, Pajín confesó que "el primer dato" que miró cuando llegó al cargo que actualmente ocupa fue "qué partidas presupuestarias había destinado el Gobierno de Aznar a ayudas al pueblo saharaui". "No sólo era una ayuda muy pequeña, sino que además había decrecido en los últimos años", aseguró. Por el contrario, el actual Ejecutivo la ha "multiplicado por más de tres".
Recordó que junto al secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, ella fue "la primera secretaria de Estado que durante la democracia en España" visitó los campamentos saharauis en Tinduf (Argelia) que, también por vez primera, "tienen dos coordinadores de la Agencia Española de Cooperación Internacional" de forma permanente. "Hoy, el Gobierno español está más presente que nunca en su historia en los campamentos de refugiados de Tinduf", aseveró.
REQUISITOS PARA LAS ONG
Pajín indicó, ante las dudas que manifiestan algunos ciudadanos sobre la gestión del dinero por parte de las organizaciones no gubernamentales (ONG), que aquellas que trabajan con el Ejecutivo tienen que pasar "más de 80 requisitos que no tienen que ver sólo con la exigencia de un proyecto, o con la transparencia de la gestión de los fondos --que por supuesto se da por hecho-- sino con "qué alianzas tienen con otras ONG del sur", si hay "democracia interna" en su seno o "si los contratos de los cooperantes tienen todos los derechos y deberes y plenas garantías".
La secretaria de Estado aseguró que "hoy hay muchas más exigencias" para con las ONG "que hace tres años", y no sólo en lo que se refiere a la "transparencia del proyecto", sino en la "calidad de la ayuda".
Por otra parte, consideró que España "puede y debe hacer más" en materia de cooperación al desarrollo debido a que ya constituye la octava potencia mundial. Aunque en los últimos tres años el país ha "recuperado de forma muy rápida el tiempo perdido", el hecho de ser un Estado "relativamente joven en materia de cooperación" ya que hasta hace poco era "receptor" de ayuda, esto ya no puede ser una "excusa" en 2007.
Asimismo, opinó que la cuota de responsabilidad en materia de ayuda al desarrollo que "cada vez asumen más" las Comunidades Autónomas y los ayuntamientos "tiene que ser proporcional al esfuerzo que está haciendo el Gobierno".