BRUSELAS 18 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los primeros ministros serbio y kosovar, Ivica Dacic y Hashim Thaçi, no han logrado cerrar esta madrugada un acuerdo en Bruselas tras 14 horas de negociaciones para normalizar sus relaciones con mediación de la UE por sus diferencias sobre el grado de autonomía que reclama Belgrado para el norte de Kosovo, de mayoría serbia. El acuerdo es clave para que ambos puedan avanzar hacia la integración en la UE.
La Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, ha asegurado en un comunicado al término de las negociaciones que aunque las partes no han cerrado un acuerdo "las diferencias son estrechas y muy poco profundas".
"La última vez dije que el acuerdo estaba cerca, que las diferencias eran estrechas, pero profundas. Hoy puedo decir con confianza real que las diferencias son estrechas y muy poco profundas", ha defendido en la nota, en alusión a la ronda precedente del pasado 2 de abril y que a priori debía ser la última.
Los tres principales escollos entre las partes radican en las competencias que tendría la Asociación de Municipios Serbios --Belgrado reclama competencias legislativas y ejecutivas, algo que Prístina rechaza--, así como las competencias en Policía y Justicia, según fuentes europeas que no han querido dar detalles de las negociaciones.
Thaçi ha asegurado al término de la ronda en declaraciones a la prensa que "Serbia ha rechazado la propuesta" pero "puede cambiar de opinión en los próximos días", según informa la agenda Tanjug.
El primer ministro serbio ha rechazado en cambio esta versión y ha dicho que "Belgrado estaba lista para aceptar el acuerdo sobre jurisdicciones para la comunidad de municipalidades serbias". "Pero Thaçi lo minó vinculando esto con el problema de la adhesión (de Kosovo) a organizaciones internacionales, incluida la ONU, que nuestra delegación no acepta", ha asegurado.
Fuentes europeas han asegurado que todavía hay margen para el acuerdo, aunque no hay fechas para nuevas negociaciones por el momento.
"Hoy ha sido un día muy largo e intenso. Hemos buscado abordar todas las ideas diferentes que han estado bajo discusión en estos últimos meses, condensarlas y pedimos a las delegaciones de Prístina y Belgrado que examinen estas propuestas y vean si se puede alcanzar un acuerdo", ha informado Ashton tras mantener tres encuentros con los dos dirigentes e "innumerables" contactos bilaterales, con las delegaciones por separado, según fuentes europeas.
HAY TIEMPO PARA PASOS ANTES DE INFORME CLAVE
Ashton ha confiado en que ambas partes puedan dar "los pasos necesarios finales" y ha recordado que quedan "algunas horas todavía" para tratar de cerrar un acuerdo antes de que presente el próximo lunes a los Veintisiete su informe sobre los progresos de ambos países para avanzar hacia la UE en el marco del Consejo de Asuntos Generales en Luxemburgo.
"Todavía tenemos algunas horas. Espero que en este tiempo ambas delegaciones reflexionen si pueden dar los pasos necesarios finales para concluir este acuerdo y para hacer avanzar a sus pueblos hacia el futuro", ha asegurado la jefa de la diplomacia europea.
El informe, anunciado para este martes y retrasado a la espera de los resultados de la novena ronda de negociaciones y convocada por sorpresa, servirá de base para que los Veintisiete decidan si abren negociaciones de adhesión con Serbia y de un acuerdo de asociación y estabilización con Kosovo, un preacuerdo necesario para seguir avanzando hacia la integración.
La normalización de las relaciones entre Kosovo y Serbia es una condición clave para que ambos avancen en sus respectivos caminos hacia la Unión Europea.
La UE acepta cierta grado de autonomía para el norte pero deja claro que "hablamos de un único marco administrativo". "Todos hemos aprendido de la experiencia de Bosnia y Herzegovina", han justificado fuentes europeas al tanto de las negociaciones.
Serbia rechazó la propuesta de la UE para tratar de cerrar un acuerdo porque no contemplaba competencias de Policía y Justicia para la comunidad serbia del norte de Kosovo y no protegía sus derechos en la ronda anterior de negociaciones del 2 de abril.
Belgrado, que pidió continuar con las negociaciones, ha aceptado la posibilidad de reconocer la autoridad del Gobierno de Kosovo sobre la zona norte del país, de mayoría serbia, pero ha solicitado, a cambio, que se conceda una amplia autonomía para los serbios que residen en dicha área.