Serbia.- Los radicales parten con ventaja en unas elecciones marcadas por Kosovo

Los comicios, tras los que se sabrá el destino de Kosovo, coinciden con el primer aniversario de la muerte de Rugova

Europa Press Internacional
Actualizado: domingo, 21 enero 2007 10:25

MADRID, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -

Hoy domingo cerca de siete millones de serbios tienen el derecho a depositar su voto en las elecciones parlamentarias serbias, con el Partido Radical Serbio de Tomislav Nikolic como principal favorito, y con el estatus político de Kosovo como telón de fondo, en una fecha que conmemora además el primer aniversario de la muerte del presidente de facto de la región, Ibrahim Rugova, líder del mayor partido político del territorio, la Liga Democrática de Kosovo.

Una victoria del Partido Radical de Nikolic, que cuenta con el 30 por ciento de la intención de voto según las últimas encuestas, significaría el triunfo de una opción nacionalista y de extrema derecha representada mejor que nadie por su líder y fundador, Vojislav Seselj, actualmente a la espera de juicio en el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia, por crímenes contra la humanidad. Seselj encabeza la lista del PRS in absentia, pero ha dejado el timón del barco en las manos de Nikolic, sobre el que pesan acusaciones, por parte de la conocida activista pro derechos humanos, Natasa Kandic, de haber formado parte de grupos paramilitares durante la guerra en la antigua Yugoslavia.

Directamente detrás del Partido Radical se encuentra la opción proeuropea, representada por el Partido Demócrata del actual presidente serbio, Boris Tadic, que derrotó a Nikolic en las pasadas elecciones generales de 2004 y que ahora cuenta con el apoyo de entre un 20 y un 27 por ciento de la población a favor de su proyecto para "convertir una nación con identidad en una nación europea", según proclamó en Tadic en su discurso de cierre de campaña.

El tercer partido en discordia es la coalición formada por el Partido Democrático de Serbia y el partido Nueva Serbia, liderada por el último presidente de Yugoslavia y actual primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, con entre un 18 y un 22 por ciento de los votos. Estos tres grupos políticos son los únicos que de momento tienen prácticamente asegurado el 5 por ciento que les garantiza la representación parlamentaria.

Este año, sin embargo, las reglas han cambiado ligeramente a favor de los seis partidos que representan a las minorías étnicas, que necesitan ahora sólo de un 0,4 por ciento para acceder al Parlamento. Es una buena noticia para los partidos albaneses que forman la Coalición del Valle de Presevo, que se presentan por primera vez a los comicios; o la Alianza de Húngaros de Vojvodina. Sin embargo, de cara al resultado final, los 17 grupos restantes son coaliciones con poca o ninguna capacidad para alterar de forma significativa el resultado final de las elecciones. Sólo el partido de Kostunica tiene la capacidad de servir como tercero en discordia a la hora de decidir el vencedor de los comicios.

Las elecciones fueron convocadas el pasado 10 de noviembre, y la campaña electoral ha sido la más larga, con 71 días en total, desde la introducción del sistema multipartidista en Serbia. El día 21, 8.441 colegios electorales abrirán sus puertas desde las siete de la mañana hasta las ocho de la noche. Cincuenta y ocho de esos colegios se encontrarán en el extranjero, y se estima que cerca de 31.000 votantes hagan llegar su voto desde 34 países distintos.

A pesar de que la campaña se ha desarrollado en relativa calma, ayer fue encontrado un artefacto explosivo debajo del coche del líder del Partido Liberal Demócrata serbio, en la oposición, Cedomir Jovanovic, en vísperas a la celebración este domingo de las elecciones legislativas en el país, informan fuentes policiales.

Un guarda de seguridad se percató de la existencia de tal explosivo colocado debajo del coche de Jovanovic, un deportivo, que por su parte estaba estacionado en el centro de Belgrado, mientras el propio Jovanovic se encontraba participando en una reunión con los líderes de la oposición, según explicó la portavoz del partido, Vera Didanovic.

El resultado final de las elecciones se anunciará, como muy tarde, la medianoche del 25 de enero. A partir de ese momento, el estatus político de Kosovo, el talón de aquiles en la política interna del Gobierno serbio, cobrará toda la importancia que se merece.

KOSOVO EN EL FILO

El pasado 8 de noviembre, el Parlamento de Serbia adoptó de manera formal la nueva Constitución, que proclama su soberanía sobre Kosovo y descarta su consentimiento para una posible independencia de la provincia, de mayoría albanesa. La Constitución, que fue aprobada en referéndum el mes de octubre, ha creado polémica por su preámbulo, que se refería a Kosovo como provincia parte integrante de Serbia, a pesar de las negociaciones en curso para establecer el futuro estatus de la región, administrada por la ONU bajo vigilancia de la OTAN.

El subsecretario de Estado norteamericano para política exterior, Nicholas Burns, estableció esta semana las líneas generales para recuperar las negociaciones sobre el estatus de la provincia. En una entrevista concedida a la 'Voz de América', Burns señaló que "inmediatamente después" de las elecciones, el enviado especial de Naciones Unidas para Kosovo, el finlandés Martti Ahtisaari iniciaría una nueva "ronda de consultas con las autoridades kosovares en Pristina", así como con el nuevo Gobierno de Belgrado.

El portavoz de la misión de Naciones Unidas en Kosovo (UNMIK), Remi Dourlot, recordó que Ahtissari fue comisionado con la tarea de promover un acuerdo entre las partes en conflicto en Kosovo, una provincia administrada por la ONU desde 1999 y añadió que la propuesta será presentada a ambas partes después de las elecciones.

Sin embargo, y en lo que se refiere al marco de Naciones Unidas, la cuestión en Kosovo tiene a Rusia como principal agente de bloqueo. El presidente Putin ha insisitido en numerosas ocasiones que no respaldará ningún tipo de propuesta por parte del enviado de la ONU si no cuenta con el consentimiento del primer ministro Kostunica.

Kostunica señaló en declaraciones recogidas por los medios locales que "en este momento crucial para Serbia, el apoyo claro y evidente de Rusia es lo más importante", y significa que "la ley internacional debe ser respetada, así como la carta de Naciones Unidas, la piedra angular sobre la que se sostienen la integridad territorial y la soberanía de los estados existentes".

Por su parte, la Unión Europea confía en que habrá un compromiso entre Pristina y Belgrado sobre el estatus final de la provincia serbia de mayoría albanesa antes de que se pronuncie al respecto el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. El alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior y la Seguridad Común, Javier Solana, espera que los serbios elijan el próximo domingo día 21 de enero un gobierno "proeuropeo comprometido con la estabilidad y que colabore con Kosovo".

"No quiero ser un soñador, pero todavía sigo confiando en que pueda haber un compromiso", declaró Solana a la prensa junto al ministro de Defensa alemán, Franz Josef Jung, cuyo país ejerce en este momento la presidencia semestral del Consejo.

En Kosovo, sin embargo, las elecciones no tienen un impacto considerable. "No creo que para nosotros estas elecciones tengan especial importancia. Consideramos a Serbia un país extranjero. Nosotros estamos esperando nuestra independencia", señalaba uno de los muchos kosovares que exigen una independencia inmediata. "No deberíamos posponer nuestro estatuto, porque nosotros no tenemos nada que ver con las elecciones en Serbia", señala, a escasas horas de la conmemoración del primer aniversario de la muerte de uno de los símbolos del país, el presidente Ibrahim Rugova, el principal defensor de los intereses de la comunidad albanesa en Kosovo durante el largo conflicto con Serbia, fallecido en 2006 tras una larga lucha contra el cáncer.

Contenido patrocinado