Singapur.- El Gobierno defiende la aplicación pena de muerte días antes de la ejecución de un traficante de heroína

SINGAPUR 24 Ene. (EP/AP) -

Singapur defendió hoy la aplicación de la pena de muerte en este país asiático a quienes cometan graves crímenes, como el tráfico de droga, días antes de que se lleve a cabo la ejecución de un traficante de heroína nigeriano, Amara Tochi Iwuchukwu, de 21 años.

El próximo viernes se espera que se ajusticie a Iwuchukwu por ahorcamiento en la prisión de Changi, en Singapur, después de haber sido declarado culpable de traficar con 727 gramos de heroína, cantidad que las autoridades consideran que podrían superar los 970.000 euros en el mercado. Distintos grupos de Derechos Humanos han exigido a la ciudad-Estado la eliminación de la condena.

"La pena de muerte es impuesta para los crímenes más graves", expresó un comunicado del Departamento de Prisiones en respuesta a las demandas de las organizaciones de Derechos Humanos en el que además se añadía que se busca con ello "disuadir a posibles criminales de cometer tales delitos, como el tráfico de drogas, asesinato o uso de armas de fuego". "Nos inclinamos por el derecho de las víctimas y el de la comunidad a poder vivir y trabajar en paz en defecto del derecho a vivir de los condenamos", concluía el comunicado.

Singapur posee una de las leyes antidrogas más duras del mundo, que aplica la pena de muerte a todo aquel que trafique con más de 15 gramos de heroína. Esta estricta legislación desencadenó fuertes protestas desde Australia cuando en diciembre de 2005 se ajustició, a pesar de las numerosas apelaciones del Gobierno de Canberra, a un hombre de 25 años que también fue encontrado con heroína.

Okeke Nelson Malachy, un apátrida africano de 35 años de edad, también fue arrestado junto a Iwuchukwu en noviembre de 2004 en el aeropuerto de Changi, en Singapur, y también condenado a pena de muerte. Sin embargo, el Departamento de Prisiones no ha confirmado la fecha de ejecución de Malachiy alegando que responde a la política interna de la institución. El presidente de Singapur desestimó la petición de clemencia que presentaron ambos condenados el pasado mes de mayo.