MADRID, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -
Siria ha condenado este martes "la postura agresiva" de la Unión Europea tras el último paquete de sanciones impuesto contra Damasco, cuyo objetivo era dañar a individuos y entidades que forman parte de las redes de tráfico de drogas y que aportan fondos para mantener la represión interna en el país.
"Las políticas de la UE representan una seria amenaza para la vida y el sustento de los sirios e impactan negativamente en la economía del país", ha afirmado en un comunicado un alto funcionario del Ministerio de Exteriores, ha recogido la agencia de noticias SANA.
En este sentido, ha precisado que la UE "repite mentiras" al afirmar que las sanciones impuestas contra Siria "no impiden el suministro de ayuda humanitaria o el acceso a comida y equipo médico". "Las excepciones que la UE dice aplicar son solo para propaganda en los medios", ha agregado.
Las sanciones de la víspera se extienden a miembros del régimen detrás del tráfico de estupefacientes, especialmente Captagon, que se ha convertido en un modelo de negocio dirigido por el régimen, que enriquece a su círculo íntimo y le proporciona ingresos que contribuyen a su capacidad para mantener sus políticas de represión contra la población civil.
En concreto, el club europeo añadió a su 'lista negra' a varios miembros de la familia del presidente sirio, Bashar Al Asad, entre ellos varios de sus primos, dirigentes y miembros de milicias afiliadas al régimen, así como empresarios con estrechos vínculos con la familia Asad, así como a personas vinculadas al Ejército sirio y la Inteligencia militar siria.
Los Veintisiete sancionaron también a milicias vinculadas a Damasco por la violación de Derechos Humanos, así como a la empresa rusa de ingeniería y construcción Stroytransgaz y a Gecopham, entidad controlada por el Ministerio sirio de Petróleo y Recursos Minerales, ambas dos involucradas por negocios con Moscú.
