BRUSELAS, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE intentarán acercar posturas con su homólogo ruso, Sergei Lavrov, para tratar de poner fin al conflicto en Siria a través de una solución diplomática que permita iniciar un proceso de transición en el país en una cena informal que mantendrán este domingo en Luxemburgo, aunque fuentes diplomáticas ya han admitido la dificultad por las fuertes divergencias persistentes.
La "condición previa" de que el presidente sirio, Bashar al Assad dimita antes para iniciar un proceso de transición democrática en el país que exige "la mayoría de la oposición y muchos socios de la comunidad internacional" con Estados Unidos y la UE a la cabeza constituye uno de los principales obstáculos para limar divergencias, según reconoció este jueves el secretario general del Servicio Europeo de Acción Exterior, Pierre Vimont.
Rusia y China estarían dispuestos "hasta cierto punto" a aceptar la dimisión del régimen "en algún momento del proceso de transición", según explicó el diplomático francés. "No quieren que ocurra justo al principio", recalcó.
Otro de los problemas principales para avanzar en un proceso de transición política radica en la división entre los distintos grupos de la oposición --el Consejo Nacional Sirio, los Comités de Coordinación Local y el Ejército Libre Sirio entre otros-- y la dificultad de unirles a todos en torno a un líder que represente todas las sensibilidades y comunidades étnicas y sirva de germen para la creación de un Gobierno de transición provisional de la oposición, que constituya una alternativa "real" al régimen, según varias fuentes europeas.
Qatar ha convocado la semana que viene una reunión en Doha para discutir con el Consejo Nacional Sirio y "otros elementos de la oposición" la posibilidad de "crear un órgano representativo" alternativo a Damasco, una especie de Gobierno provisional de la oposición, mientras que la ciudad marroquí de Marrakech también espera acoger en noviembre otra reunión del Grupo de Amigos de Siria para tratar de seguir avanzando hacia una oposición al régimen de Damasco unida.
AVIÓN INTERCEPTADO
El secretario general del Servicio Europeo de Acción Exterior ha dado por hecho que los Veintisiete discutirán con Lavrov en la cena de Luxemburgo el polémico incidente provocado por la interceptación por un grupo de cazas F-16 turcos de un avión de pasajeros procedente de Moscú y con destino a Damasco el pasado miércoles, que supuestamente transportaba material militar.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha denunciado que el avión transportaba municiones de fabricación rusa para el régimen de Damasco, mientras que el diario ruso 'Kommersant' asegura que transportaba componentes técnicos de radares de defensa aérea. El propio Lavrov ha asegurado el aparato no llevaba "armas" sino "una carga que un proveedor legal ruso había enviado legalmente a un cliente legal".
La UE espera recibir clarificación sobre este punto, aunque reconoce que no puede "impedir" a ningún país tercero que deje de exportar armas al régimen porque no existe un embargo de armas aprobado a nivel internacional por el Consejo de Seguridad de la ONU. Los Veintisiete ya aprobaron un embargo de armas a Siria en mayo de 2011 y el pasado mes de julio aprobaron inspecciones obligatorias en vuelos y barcos en puertos, aguas territoriales y aeropuertos de los Estados miembros si sospechan que llevan armas e incautarlas.
MÁS SANCIONES EL LUNES
Los Veintisiete darán 'luz verde' formal el lunes en Luxemburgo al refuerzo del embargo de armas al régimen prohibiendo a particulares y empresas europeas "comprar, importar o transportar armas del régimen" y a ofrecer "servicios de exportación" para transportar o asegurar cargamentos de armas para Damasco, así como para municiones, vehículos y equipos militares, según fuentes europeas.
También extenderán las sanciones individuales -prohibición de entrada en la UE y congelación de activos-- a otras 28 personas del entorno del régimen y dos nuevas entidades.
La UE descarta a priori un acuerdo a corto plazo para levantar el veto de Rusia a aprobar una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que abra la puerta a una intervención militar en Siria porque "no quiere repetir" el caso libio, según fuentes diplomáticas. Por ello, los principales esfuerzos se siguen centrando en mejorar el acceso de la ayuda humanitaria sobre el terreno y tratar de avanzar en la vía diplomática para resolver el conflicto.
Vimont ha reconocido en todo caso que "una operación militar es un fenómeno muy complejo" en el caso de Siria teniendo las capacidades de defensa del régimen, incluidas sus defensas aéreas y ha dejado claro que la creación de zonas tampón en la frontera, corredores humanitarios o la imposición de una zona de exclusión aérea requerirían en los tres casos "apoyo o asistencia militar" y contar "normalmente" con el respaldo de la ONU aunque hay excepciones como se ha visto en el caso de Kosovo.
"Esto no sería una operación pequeña, tendría que ser una operación de muy alto nivel, de una magnitud que no tendría nada que ver con Libia", ha asegurado.
Además de Siria, los Veintisiete discutirán con Lavrov otros asuntos relevantes internacionales como el programa nuclear iraní donde las diferencias son mucho más reducidas, según admiten fuentes diplomáticas.
También discutirán cuestiones bilaterales espinosas para ambas partes como la reciente investigación que abrió la Comisión Europea a Gazprom por posible abuso de posición dominante del gigante ruso en los países del Este de Europa.
De igual modo, se hablará de la 'hoja de ruta' pactada sobre los pasos concretos que ambas partes tenían que dar con vistas a sellar un acuerdo para eximir a los ciudadanos rusos de visado cuando vengan a la UE y el estado de las negociaciones para firmar un nuevo Acuerdo de Asociación bilateral.