EL CAIRO, 27 (Reuters/EP)
El presidente de Egipto, el general Abdelfatá al Sisi, ha pedido este viernes a sus seguidores que no se preocupen por las protestas contra el régimen, en un momento en que el Gobierno ha reforzado los controles de seguridad en el centro de El Cairo y en los accesos a la emblemática plaza Tahrir.
Las protestas contra el presidente egipcio comenzaron el 20 de septiembre en El Cairo y se han ido extendiendo a otras ciudades mediante convocatorias en Internet para protestar contra la corrupción del mandatario y de las Fuerzas Armadas.
Al Sisi, que ha estado la última semana en Nueva York para asistir a la Asamblea General de Naciones Unidas, ha regresado este viernes por la mañana a la capital egipcia, donde ha sido recibido por autoridades religiosas y seguidores.
Tras preguntar a los que le han recibido por qué se habían levantado tan pronto un viernes, el primer día del fin de semana, el mandatario ha afirmado: "la situación no lo merece". "Deben saber que los egipcios son muy conscientes. No se preocupen por nada", ha asegurado ante los seguidores que le han dado la bienvenida en la capital egipcia.
Al Sisi ha vuelto a rechazar las acusaciones de corrupción que ha planteado mediante vídeos difundidos por Internet un empresario egipcio Mohamed Alí, que está viviendo en España y que han sido el origen de las protestas contra el régimen.
"Esta es una imagen que ya se ha dibujado anteriormente, formada por mentiras y difamación y algunos medios que trabajan para presentar una imagen que no es cierta. Somos verdaderamente fuertes. El país es verdaderamente fuerte", ha dicho Al Sisi, en un discurso difundido en vídeo en su página oficial de Facebook.
Desde las protestas del pasado fin de semana, las autoridades han llevado a cabo una campaña de arrestos masivos que los grupos de defensa de los Derechos Humanos dicen que ha supuesto la detención de al menos 1.900 personas. Sin embargo, el fiscal general de Egipto dijo el jueves que, tras las protestas, se interrogó a "no más de 1.000 personas".
Alí ha convocado nuevas protestas para este viernes y los seguidores del régimen están planeando movilizaciones también para manifestar su respaldo al mandatario, que llegó al poder gracias a un golpe de Estado en julio de 2013 y, desde entonces, ha ilegalizado y perseguido a Hermanos Musulmanes, el movimiento político islamistas que ganó las primeras elecciones demócraticas organizadas tras la caída del régimen de Hosni Mubarak.
Las manifestaciones contra el régimen en Egipto han causado nerviosismo entre los inversores internacionales y han llevado a los medios de comunicación estatales a poner en marcha una campaña a favor del general Al Sisi.
REFUERZO DE LA SEGURIDAD
Las fuerzas de seguridad egipcias han reforzado su presencia en las principales plazas de las grandes ciudades y han estado revisando teléfonos móviles en busca de contenidos políticos.
Este viernes por la mañana, las carreteras que llevan a la plaza Tahrir, situada en el centro de El Cairo y epicentro de las movilizaciones que derrocaron al régimen de Hosni Mubarak en 2011, han permanecido cerradas al tráfico. En torno a la emblemática plaza hay una fuerte presencia policial, así como en algunas intersecciones del centro de la urbe.
Por otra parte, cientos de seguidores de Al Sisi han participado en una manifestación en la zona oriental de El Cairo para mostrarle su apoyo, una marcha en la que han ondeado banderas egipcias y han portado carteles con su imagen.
La cadena de televisión estatal ha emitido imágenes de la marcha, según ha informado la agencia alemana de noticias DPA, en medio de un silencio generalizado en torno a las protestas que celebra la oposición desde hace días.
Al Sisi llegó al poder mediante un golpe de Estado en julio de 2013 que lideró después de una serie de manifestaciones masivas contra el entonces presidente, el islamista Mohamed Mursi. El general ha dicho este viernes que si llega a verse en la posición de solicitar el apoyo de los egipcios en las calles, "saldrán a millones".
Al Sisi ha impulsado una amplia campaña de represión y persecución contra opositores, tanto de grupos liberales como de organizaciones islamistas, una iniciativa que los grupos de Derechos Humanos han denunciado como la más grave de los tiempos recientes.
Varios cientos de personas detenidas en la última semana están siendo investigadas por cargos que incluyen el uso de redes sociales para difundir información falsa, daños a la seguridad nacional, pertenencia a grupo terrorista y manifestarse sin autorización, según han contado sus abogados.