NUEVA YORK, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
Birmania es el resultado de un intento de "neocolonialismo" por parte de las naciones más poderosas para explotar las recientes protestas pacíficas, aunque la "normalidad ya ha vuelto" después de que las fuerzas de seguridad llevaran a cabo acciones en contra de los manifestantes, según declaró el ministro de Exteriores birmano, Nyan Win, ante la Asamblea General de la ONU.
Nyan advirtió a los demás Estados miembros de que "el destino de cada nación no puede imponerse desde el exterior" y de que Birmania se dirigirá hacia la democracia por su propio camino. Por su parte, hoy se reunirá en una sesión especial el Consejo de Derechos Humanos para tratar las cada llamadas generalizadas de la comunidad internacional para que las autoridades birmanas dejen de ejercer la represión contra la 'Revolución del Azafrán'.
El ministro birmano resaltó que la "protesta inicial de un pequeño grupo de activistas contra el aumento del precio de los carburantes" ha sido explotada por oportunistas políticos. "Procuraron convertir la situación en un enfrentamiento político ayudados e incitados por algunos poderosos países. También se aprovecharon de las protestas organizadas por un pequeño grupo de monjes budistas que pedían una disculpa por el maltrato de algunos de sus miembros por parte de las autoridades locales", añadió.
Según el jefe de la diplomacia birmana, "el personal de seguridad ejerció una suma moderación y no intervino durante cerca de un mes. Aun así, cuando la multitud se volvió ingobernable y provocativa, se vieron obligados a declarar el toque de queda". "Posteriormente, cuando los manifestantes ignoraron las advertencias, tuvieron que llevar a cabo acciones para restaurar la situación. La normalidad ha vuelto ya a Birmania", declaró.
Nyan describió Birmania como una sociedad multiétnica y multireligiosa y dijo que "el Gobierno es totalmente consciente de su responsabilidad para llevar al país en el proceso de transformación a una democracia disciplinada". "La comunidad internacional puede ayudar mejor a Birmania mostrando una mayor comprensión. Podrían empezar absteniéndose de tomar medidas que sólo sirven para echar más leña al fuego", manifestó.
El diplomático advirtió además de los "intentos neocolonialistas" dirigidos a minar al país, que, según él, sólo llevarán al "conflicto y a sufrimientos incalculables" para la población birmana. "Querría resaltar que las sanciones económicas son contraproducentes y sólo retrasarán el camino a la democracia", concluyó.