Los socialdemócratas podrían apoyar al nuevo primer ministro aunque las probabilidades de ganar sean bajas

Actualizado: viernes, 19 julio 2013 17:33

PRAGA, 19 Jul. (Reuters/EP) -

El principal partido de centro-izquierda ha afirmado este viernes que podría apoyar al nuevo Ejecutivo checo, dirigido por un aliado del presidente del país, Milos Zeman, en la cuestión de confianza que se celebrará a principios de agosto, aunque las posibilidades de éxito del Gobierno siguen siendo muy bajas.

Zeman se tuvo que enfrentar al descontento de las formaciones políticas checas el mes pasado tras la elección de Jiri Rusnok como primer ministro. Los socialdemócratas han rechazado a Rusnok, sin embargo, ahora temen que si no pasa la cuestión de confianza se forme un nuevo gabinete dirigido por la coalición de centro-derecha.

"El debate no será fácil. El primer ministro se ha elegido sin consultar con los partidos, incluyéndonos a nosotros", ha asegurado el líder del partido Social-Demócrata checo, Bohuslav Sobotka, quien mantiene una difícil relación con Zeman desde hace años.

El presidente del país escogió el mes pasado a Rusnok para sustituir al Ejecutivo del ex primer ministro Petr Necas, que dimitió en junio por un escándalo de corrupción en el que estaba implicada su jefa de gabinete, Jana Nagyova.

DIFICULTADES EN EL GOBIERNO

Aunque los socialdemócratas decidieran respaldar a Rusknok, sólo el Partido Comunista y otro pequeño partido han asegurado su apoyo, por lo que el aliado de Zeman no alcanzaría la mayoría si la coalición de centro-derecha vota conjuntamente en su contra.

Los socialdemócratas han indicado que una de las condiciones para respaldar al Ejecutivo de Rusnok sería obtner la dirección del Ministerio de Finanzas, actualmente dirigido por Jan Fischer, quien se enfrenta a la presión de abandonar el cargo por el debate que ha generado debido a la financiación de su última campaña presidencial.

Los donantes aseguraron que después de ser nombrado ministro de Finanzas, pagaron en efectivo las deudas que había acumulado durante la campaña. Fischer ha negado las acusaciones.

Si Rusnok no gana la cuestión de confianza, Zeman tendrá que designar a otro primer ministro. Si tampoco se aprueba la segunda nominación, el jefe del Parlamento --que actualmente es un miembro de la coalición de centro-derecha-- tendría una posibilidad de convertirse en el primer ministro, que es lo que la coalición está esperando.

Zeman no tiene límite de tiempo para designar un primer ministro, por lo que los partidos temen que la decisión tarde en tomarse varios meses, incluso si Rusnok no gana la cuestión de confianza. La crisis checa podría terminar en una votación parlamentaria para llevar a cabo elecciones nacionales a finales de este año.