NAIROBI 12 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de transición somalí anunció hoy que garantizará la seguridad de la capital, Mogadiscio, en un plazo de 30 días, según informa la agencia de la ONU, 'IRIN', a pesar de que la violencia en la capital somalí sigue haciendo estragos en una población civil indefensa y obligada a huir de la ciudad.
"La población ha sufrido suficiente", reconoció hoy el viceministro de Defensa en funciones somalí, Salad Ali Jeele, quien explicó que las nuevas fuerzas de seguridad --que han recibido un entrenamiento específico-- pronto comenzarían a operar en Mogadiscio. "Garantizaremos la seguridad de la ciudad en 30 días", prometió.
Sin embargo, testigos citados por IRIN manifestaron su temor de que la nueva estrategia para velar por la seguridad en la capital "traerá más violencia y más desplazamientos si no se gestiona correctamente", tras explicar que "anoche sobre las 19:00 horas (17:00 hora peninsular española), hombres armados atacaron el complejo de las fuerzas etíopes en la antigua sede del Ministerio de Defensa" explicó, y que se saldó con la muerte de dos personas y seis heridos más en el tiroteo.
Por su parte, un miembro de una organización civil, explicó a la agencia de la ONU que Mogadiscio sólo contará con la debida seguridad "después de una reconciliación sincera y efectiva" e incidió en que muchos clanes y tribus sospechan de los planes del Gobierno, por lo que emplazó a éste a contar con garantías de éxito, ya que, denunció "los perdedores en última instancia será la población civil".
La violencia en la capital ha obligado a muchos residentes a abandonar la ciudad, huyendo de los diarios intercambios de proyectiles de mortero y tiros entre la insurgencia islamista y las tropas gubernamentales y etíopes. Según IRIN, entre 18.000 y 30.000 residentes de Mogadiscio han abandonado la ciudad desde enero.
No obstante, no es la primera vez que el Gobierno anuncia su intención de desarmar a los clanes tribales de Mogadiscio, ya que el pasado 1 de enero el primer ministro interino somalí, Ali Muhammad Gedi, dio un plazo de tres días a dichos clanes para proceder a la entrega de sus armas y arsenales, algo que de hecho no ha ocurrido.