El presidente de Bielorrusia, Lukashenko, votando junto a su hijo, Nicolai
VASILY FEDOSENKO / REUTERS
Actualizado: domingo, 11 octubre 2015 22:01

MINSK, 11 Oct. (Reuters/EP) -

Los sondeos a pie de urna apuntan a una clara victoria del presidente ucraniano, Alexander Lukashenko, con entre el 80 y el 84 por ciento de los votos, en las elecciones presidenciales de este domingo. La participación era del 81 por ciento dos horas antes del cierre de las urnas, según la Comisión Electoral Central.

La reelección de Lukashenko hace ahora cinco años provocó masivas protestas en el país y llevó a prisión a importantes líderes de la oposición, pero el apoyo al régimen tras dos décadas ha aumentado desde que el presidente se erigió como el garante de la estabilidad ante la crisis económica y el conflicto separatista prorruso en la vecina Ucrania.

Tan seguro estaba de su victoria, que Lukashenko ha dedicado sus declaraciones durante la jornada electoral a destacar la cercanía de su país con Rusia, el país "más cercano y amistoso".

"No solo seguimos siendo un país amigo para Rusia. Somos el país amigo más cercano", ha afirmado Lukashenko, quien ha criticado a los medios occidentales y a algunas voces rusas que acusan a Bielorrusia de un acercamiento a Occidente, algo que ha negado. "Les gustaría enturbiar esas relaciones, pero no lo han conseguido ni lo conseguirán", ha apostillado, según recoge la agencia de noticias rusa Itar-Tass.

En cuanto a la posibilidad de la instalación de bases militares rusas en Bielorrusia, Lukashenko ha señalado que abordará la cuestión con el presidente ruso, Vladimir Putin. "Vamos a tratar esta cuestión con Vladimir Putin. Si Rusia ve algo que nosotros no vemos, nos lo dirá", ha indicado.

En cualquier caso, ha advertido de que "Bielorrusia nunca servirá como plataforma para atacar a ningún país", tampoco Ucrania, y ha destacado que hay una tregua en vigor en el este de Ucrania gracias a la mediación de Bielorrusia. "La tregua está ahí y después vendrá la paz", ha asegurado.

ACERCAMIENTO A OCCIDENTE

Occidente ha aislado durante mucho tiempo Lukashenko, quien se ha llegado a describir a sí mismo como "el último dictador en Europa", debido a su historial de Derechos Humanos y a sus drásticas medidas contra los disidentes políticos, y ha impuesto sanciones económicas a algunos altos cargos y compañías nacionales.

Sin embargo, sus críticas a la anexión rusa de la región ucraniana de Crimea, los acuerdos sobre Ucrania y el perdón otorgado a seis dirigentes opositores el pasado mes de agosto han propiciado cierto acercamiento a Bruselas y Washington.

"Hemos hecho todo lo que quería Occidente antes de las elecciones. Si Occidente tiene un deseo de que mejoren nuestras relaciones, nadie ni nada puede impedirlo", ha advertido. "La pelota está en el tejado de Occidente", ha añadido tras votar.

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