JERUSALÉN, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
La mujer israelí sospechosa de no alimentar a su hijo de tres años será puesta bajo arresto domiciliario, según anunció este viernes el tribunal de Jerusalén que lleva el caso, una decisión con la que los medios locales creen se intenta aliviar las tensiones que este caso ha generado entre la comunidad ultraortodoxa a la que pertenece la sospechosa.
Después de tres horas de declaración ante el juez, éste decidió permitir que la mujer se quede en su casa, contrariamente a lo solicitado por los fiscales, que pidieron que permaneciera en comisaría durante cinco días más hasta que emitieran la acusación formal.
El viceministro de Sanidad, Ya'acov Litzman, llegó a ofrecer su propia casa para acoger a la madre del niños y fue él el que pagó la fianza de 400.000 nuevos shekels (unos 72.800 euros). Pero la mujer deberá someterse a un examen psiquiátrico el domingo y a hacerse algunas pruebas esta misma tarde.
Además, sus otros hijos serán interrogados en los próximos días como parte de la investigación, ya que la Policía ha dicho al tribunal que también sospechan de que la madre ha maltratado a otros dos de los niños.
La detención de esta mujer perteneciente a la corriente Toldot Aharón, una de las más radicales ha provocado en Jerusalén graves enfrentamientos entre miembros de esta comunidad y la Policía. El saldo de los disturbios de anoche fue de 18 agentes heridos y 34 manifestantes heridos. Ante esta situación, la Policía ha previsto nuevos disturbios para este fin de semana y ya está reforzando las medidas de seguridad.
la mujer llevó a la hambruna a su hijo de tres años hasta el punto en que éste sólo pesaba siete kilos antes de que los hechos salieran a la luz. Según los medios israelíes, la sospechosa no está colaborando con los investigadores de la Policía.
Al parecer, padece el síndrome de Munchausen, una enfermedad psiquiátrica que se caracteriza por inventarse y fingir dolencias (o incluso provocárselas a sí mismo) para llamar la atención de los médicos y ser tratado como un enfermo.
El niño había sido ingresado en hospitales hasta siete veces en los últimos dos años antes de que los médicos decidieran esta semana avisar a las autoridades ante el presunto maltrato de la madre. De hecho, las cámaras de los centros habían grabado a la mujer desconectando a su hijo de la sonda de alimentación.
