Actualizado: jueves, 18 febrero 2016 16:11

LONDRES, 18 Feb. (Reuters/EP) -

El Tribunal Supremo de Reino Unido ha dictaminado este jueves que una sección clave de la ley conocida como "proyecto conjunto", que permite que las personas sean condenadas por asesinato incluso cuando no ha sido el último responsable del delito, ha sido malinterpretada durante tres décadas.

El fallo podría dar lugar a una avalancha de apelaciones, aunque el Tribunal ha advertido de que esta decisión no significa que todas las condenas anteriores en base a esta ley puedan ser anuladas.

El tribunal ha hecho referencia a los recursos presentados por dos hombres condenados a cadena perpetua por asesinato. Son casos diferentes pero han tenido en cuenta las apelaciones de forma conjunta porque ambos dependen de la misma decisión.

La cuestión más importante que tuvieron que tener en cuenta los cinco jueces fue la demostración del factor mental para condenar a alguien por un delito cometido por otra persona.

El tribunal ha hecho referencia a dos casos de 1985 y 1999 que fueron vinculantes para todos los jueces del sistema legal común de Reino Unido. En ambos casos fue suficiente probar que el sospechoso previó la posibilidad de que el principal culpable cometiera el delito para condenarle.

Sin embargo, el Tribunal Supremo ha aprobado por unanimidad que estas dos sentencias tomaron un "giro equivocado" en la ley, y que el hecho que había que probar era si había asistido o alentado al principal culpable a cometer el delito.

Los jueces han anunciado que en muchos casos, el resultado hubiera sido el mismo, ya que la previsión podría ser utilizada como prueba de la intención.

Aunque esta ley no solo se aplica a los casos de asesinato, también en casos de fraude fiscal u otros delitos, sus usos más controvertidos en los últimos años han sido en relación a ese tipo de delitos.

El Tribunal Supremo ha interrumpido de forma momentánea las dos condenas que fueron apeladas pero no las ha anulado. Habrá más argumentaciones legales sobre si debería haber más juicios o si tendrían que ser condenados por homicidio imprudente en vez de por asesinato.

El primer caso hace referencia a un hombre llamado Ameen Jogee, que fue condenado en 2011 por el asesinato de Paul Fyfe, junto con otro hombre, Mohammed Hirsi. Jogee e Hirsi estuvieron juntos bebiendo y tomando drogas antes de enfrentarse a Fyfe. Jogee amenazó con romper una botella en la cabeza de Fyfe, pero fue Hirsi quien le mató con un cuchillo de cocina.

Los abogados de Jogee han explicado que la ley "proyecto conjunto", aplicada antes de la resolución del jueves, tenía segundas partes "sobrecriminalizadas" y que estaban encantados de tomar parte en la corrección de "esta ley injusta".

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