Actualizado: jueves, 11 agosto 2016 18:14

ZÚRICH, 11 Ago. (Reuters/EP) -

El Tribunal Federal de Suiza ha ordenado a Israel pagar alrededor de 900 millones de dólares a Irán, a raíz de una disputa que comenzó con la Revolución Islámica, en 1979, por los beneficios de un oleoducto israelí que ha enfrentado a los dos países durante décadas.

El tribunal suizo ha rechazado un recurso que presentaron las autoridades israelíes en contra del laudo arbitral al que se llegó el año pasado. En la nueva resolución, publicada en la web del tribunal el 27 de julio, los magistrados suizos han ordenado que, además de los 900 millones, Irán reciba unos 410.000 euros por gastos judiciales.

Durante años, ambos países han estado enfrentados en los juzgados en relación con el oleoducto Eilat Ashkelon (EAPC, por sus siglas en inglés), una empresa conjunta que se formó entre Israel e Irán en 1968, para transportar petróleo iraní al Mediterráneo.

Durante más de diez años, el oleoducto transportó con éxito crudo iraní desde el mar Rojo hasta Europa. Sin embargo, desde que en 1979 estalló la Revolución Islámica de Irán, que puso a los ayatolás chiíes en el poder, el Gobierno iraní ha estado exigiendo a Israel una parte importante de los beneficios que produce el oleoducto.

Teherán, dejando a un lado su reticencia a reconocer a Israel como Estado, llevó el caso a varios tribunales de arbitraje en la década de los 90, primero en Francia y luego en Suiza.

Se desconoce el valor económico del oleoducto y cuántos ingresos anuales supone para Israel, debido a que cuenta con un blindaje mediático similar al que tienen los servicios de Inteligencia israelíes, con una serie de leyes mordaza que impiden a los medios informar sobre su actividad.

EAPC se ha convertido con el paso del tiempo en el principal distribuidor de petróleo en Israel y ahora aspira a convertirse en el mayor distribuidor energético en el Mediterráneo. Es por ello que Israel mantiene un control férreo sobre todo lo que rodea a la compañía.

La empresa se creó después de la Guerra de los Seis Días de 1967, en la que Egipto bloqueó el Canal de Suez, con lo que logró impedir que Irán transportase su petróleo por barco a lo largo de Mediterráneo. El EAPC supuso una solución a ese problema.

Con el oleoducto, que estuvo listo en 1969, Irán descargaba sus barcos petroleros en el puerto de Eilat, en el mar Rojo, desde donde los barriles viajaban unos 254 kilómetros hacia el norte, hasta Ashkelon. Una década después los islamistas tomaron el poder en el país, por lo que Israel e Irán pasaron de ser compañeros de negocios a enemigos.

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