BRUSELAS, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -
El ministro del Interior alemán, Wolfgang Schauble, cuyo país ostenta este semestre la Presidencia de turno de la Unión Europea, confirmó hoy durante un simposio celebrado en la localidad alemana de Boppard que se ha culminado la fase de consultas con la Comisión Europea para elaborar el reglamento de los equipos de intervención rápida encargados de vigilar las fronteras para combatir la inmigración ilegal.
Bautizados como RABIT, según sus siglas en inglés, los equipos estarán operativos este mismo año para dar "una respuesta eficaz a situaciones urgentes y excepcionales" a las que se tengan que enfrentar los Estados miembros como consecuencia de los flujos de inmigrantes irregulares.
El reglamento permitirá incluso la opción de dar poderes ejecutivos a los oficiales invitados de terceros países, de manera que se intensifique la eficacia de las operaciones policiales conjuntas en la frontera. Schauble recordó al respecto el buen resultado que dio este modelo policial durante el Mundial de Fútbol de Alemania, en 2006.
La comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior del Parlamento Europeo dio la semana pasada su luz verde a la creación de estos equipos y ahora deberá ser ratificado por el pleno de la Eurocámara en abril después de haber sido pactado con los Veintisiete, que a su vez lo confirmarán en el Consejo de Justicia e Interior del mes de junio.
El reglamento señala que el consejo de administración de Frontex, donde están representados los Estados miembros, decidirá por mayoría de tres cuartos, el número total y los perfiles de los agentes de las guardias de fronteras nacionales que deberán ponerse a disposición de los equipos de intervención rápida. El texto no habla de ninguna cifra de agentes aunque se baraja que el número no sea inferior a 250 ó 300 y no excederá los 500.
Cada Estado miembro tendrá que designar, de acuerdo con la decisión de Frontex, a sus agentes fronterizos nacionales que pasen a formar parte de esta 'reserva estratégica', y éstos se movilizarán obligatoriamente a petición de la Agencia cuando le llegue una petición urgente de un país de la UE.
Los agentes de los equipos de intervención rápida estarán 'en pie de igualdad' con los del país receptor, lo que supone que podrán llevar armas y emplear la fuerza. No obstante, la norma señala claramente que 'los miembros de los equipos sólo ejecutarán sus funciones y ejercerán sus competencias bajo las instrucciones y, por regla general, en presencia de agentes de la guardia de fronteras del Estado miembro de acogida'.
Llevarán su propio uniforme y un brazalete azul con las insignias de la UE y de Frontex que les identificará como miembro de los equipos de intervención rápida en las fronteras. El país que los envíe seguirá pagando su sueldo, pero el resto de los gastos del despliegue los asumirá la Agencia.
Un concepto similar, consistente en tener un grupo de expertos de un Estado miembro que pueda desplegarse en otro, será el de los llamados equipos conjuntos de apoyo (FJST) que hará posible, según el director de Frontex, Ikka Laitinen, participante también en el simposio, actuar en las operaciones planificadas por la Agencia basadas en sus análisis de riesgo.
Otro instrumento para hacer frente a la llegada masiva de inmigrantes irregulares será el de la relación centralizada de medios técnicos que los Estados pondrán a disposición de la Agencia, a petición de otro miembro comunitario y de manera temporal, para labores de vigilancia y control de las fronteras externas. Todas estas iniciativas reducirán la necesidad de buscar soluciones 'ad hoc', apuntó Laitinen.
Otra de las tareas que están pendientes es la de crear una red europea de patrullaje en las fronteras marítimas del sur, asunto sobre el que Frontex y los Estados miembros de la zona, entre ellos España, han acordado ya la posibilidad de coordinar esfuerzos.
"Todos hemos visto las imágenes de gente llegando en barcos no aptos para navegar, arribando a las costas de las Islas Canarias o cruzando el Mediterráneo hacia Lampedusa. Tenemos que continuar gestionando los flujos migratorios desde las fronteras terrestres del Este hasta los Balcanes occidentales pasando por la inmigración ilegal que llega en avión. Frontex puede jugar un papel clave en este contexto siempre que los Estados miembros sigan participando activamente en sus operaciones", señaló Laitinen.
