La UE apoya la "valentía" de los manifestantes e insta a la Junta a respetar su derecho a marchar pacíficamente

Europa Press Internacional
Actualizado: martes, 25 septiembre 2007 19:08

BRUSELAS, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Presidencia de la UE, que este semestre desempeña Portugal, manifestó hoy su apoyo y su "admiración" hacia "los valientes monjes, monjas y otros ciudadanos" que en los últimos días han marchado por las calles de Birmania e instó a las autoridades del país a reconocer su derecho a "manifestarse pacíficamente".

"La UE expresa su solidaridad con el pueblo de Birmania y su admiración por los valientes monjes, monjas y otros ciudadanos que ejercitan su derecho a manifestarse pacíficamente", se lee en un comunicado difundido este martes por la Presidencia portuguesa en nombre de los Veintisiete. En él, "insta a las autoridades de Birmania a respetar estos derechos y sobre todo a no utilizar la violencia contra gente que está comprometida con la no violencia".

Para concluir, la Presidencia afirma que "ésta es una nueva oportunidad para afrontar los grandes problemas de Birmania" y reclama a "todos los preocupados a avanzar hacia un proceso verdadero de reconciliación y negociación para unir a todo el pueblo de Birmania".

La situación por la que atraviesa el país asiático también provocó la reacción del Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Javier Solana, que en otro comunicado insistió en la reforma política como la única vía de llegar a una "paz verdadera, la estabilidad y el desarrollo" a Birmania, que "respete los derechos fundamentales y las libertades".

Solana recordó que la UE siempre "ha estado esperando ver progresos tangibles en el proceso político, incluida la liberación de los presos políticos" en Birmania y esperó que "el régimen emplee esta oportunidad para lanzar un proceso de verdadera reforma política". Para ello, concluyó, "reclamo a las autoridades a que ejerzan la máxima contención en la gestión de las manifestaciones".

Por su parte, el presidente del Parlamento Europeo, Hans-Gert Pottering, pidió a las autoridades birmanas que "no reaccionen con violencia a las protestas pacíficas" y en nombre de toda la Eurocámara manifestó "nuestra solidaridad y simpatía con el pueblo birmano en su búsqueda de la democracia y los derechos humanos". Tal y como hizo ayer en la apertura del Pleno, Pottering tuvo una mención especial para la Premio Nobel de la Paz y Premio Sajarov 2006, Aung San Suu Kyi, que permanece en arresto domiciliario desde hace varios años.

"Reclamo a la Junta Militar de Birmania a que libere inmediata e incondicionalmente a Suu Kyi y a todos los presos políticos del país" y a que "aproveche la actual protesta masiva y pacífica para evolucionar hacia la democracia, los derechos humanos y el Estado de Derecho en beneficio del país".

SANCIONES

La Comisión Europea también sigue muy de cerca los acontecimientos en Birmania y su portavoz de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Amadeu Altafaj, mostró la preocupación de esta institución por la "creciente presencia militar" que se registra en las calles de las ciudades donde tienen lugar unas protestas que subrayó son de carácter "pacífico".

"No se ha utilizado violencia para atajar las manifestaciones pacíficas, pero estamos preocupados por la creciente presencia militar en la calles, cada vez más visible, y por eso instamos a todas las partes, en particular el Gobierno, a ejercer la máxima contención", dijo Altafaj.

El portavoz rehusó valorar las declaraciones del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, acerca de que endurecerá las sanciones contra el régimen birmano porque, apuntó, esta decisión corresponde tomarla a los Estados miembros.

No obstante, recordó que desde 1996 existen una serie de "medidas restrictivas", entre las que figura un embargo de armas; la suspensión de la cooperación en materia de defensa; la supresión, en 1997, de los privilegios comerciales en el marco del Sistema de Preferencias Generalizado (SPG); la prohibición de visado y congelación de activos para las altas esferas del régimen birmano y sus familias; o la prohibición que pesa sobre todas las compañías europeas de financiar o invertir en empresas públicas birmanas.

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