BRUSELAS, 7 May. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de Agricultura, Josep Puxeu, consideró hoy que la prima de casi 300 euros por tonelada que hoy ofreció la Comisión Europea a los productores de remolacha para abandonar su actividad no sólo tendrá efecto necesariamente en los países del sur de Europa como España, sino también en los "grandes productores", Francia y Alemania, que hasta ahora eran considerados como los más beneficiados por la reforma del sector.
Puxeu participó este lunes en el debate que celebró el Consejo de Agricultura sobre la propuesta del Ejecutivo comunitario para incentivar el abandono de la producción azucarera desde el año que viene, la tercera campaña desde la reforma del sector, para no tener que esperar a la cuarta y última. Según dijo, entonces se acercará el "riesgo real" de que termine el régimen de reestructuración y los productores europeos tengan que competir en el mercado internacional si la subvención comunitaria.
Para lograrlo, Bruselas ofreció una prima de 237,5 euros por tonelada que, sumado al 10% de porcentaje de la ayuda que recibirán los cultivadores, puede alcanzar un total de 300 euros. También se prevé facilidades para las industrias azucareras, que si se acogen al plan de abandono estarán exentas del pago del canon de reestructuración correspondiente a la parte de la cuota que estuvo sujeta a una retirada preventiva durante la campaña 2007-08.
En este contexto, Puxeu afirmó que durante el debate se constató una "incertidumbre especial" en "los principales países productores" -que son Alemania y Francia_que, entre otros Estados miembros incluido España, "ha puesto sus reservas a esta aproximación porque piensan que con un montante cercano a los 300 euros por tonelada pueden tener difícil la gestión de la voluntad de sus productores de abandonar o permanecer en el cultivo".
Se refirió al hecho de que no todas las zonas menos competitivas del sector se encuentran en países como España y al hecho de que, por ejemplo, el representante de Alemania ya se refirió este lunes a la intención de una fábrica alemana de cesar su actividad.
Por lo que respecta a la postura española, Puxeu admitió que la propuesta "coincide con lo que hemos venido hablando durante la reforma", pero afirmó que "necesitamos algún tiempo transitorio" para adaptar el sector a la nueva situación.
"España siempre ha dicho que necesita productos y cultivos de sustitución, pero no sólo a nivel de cultivos sino a nivel industrial". Afirmó que existe la posibilidad de que estos cultivos puedan utilizarse como cultivos energéticos, como etanol o biodiesel, pero precisó que incluso en estos casos ni la adaptación de la producción de remolacha ni de la industrialización "se improvisa".
"Necesitamos un margen (de tiempo) en las zonas que voluntariamente optasen por ese cultivo de sustitución o proceso industrial de sustitución, no se toma la decisión hoy y mañana ya está la fabrica, a lo mejor necesitamos algún tiempo transitorio", insistió.
