MADRID 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Estado para la UE, Alberto Navarro, instó hoy a los países que rechazaron la Constitución europea en referéndum, Francia y Países Bajos, así como a los que se esconden "detrás" de este rechazo, como Reino Unido, Polonia y República Checa, a que presenten una "alternativa" al Tratado Constitucional.
A estos países hay que preguntarles, bajo su punto de vista, qué es lo que no les gusta y "qué es lo que proponen como alternativa" porque hasta ahora "no han propuesto nada", señaló Navarro en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press.
"¿Es que no les gusta la Carta de Derechos Fundamentales para los europeos? ¿Es que no quieren hacer una política común de inmigración? ¿Es que no quieren que avancemos en la lucha contra el cambio climático? ¿Es que quieren mantener el veto en todas las políticas?", enumeró. Para Navarro, la gran pregunta que deben hacerse todos los europeos es "qué Europa" quieren dejar a sus hijos.
Navarro consideró hoy que es "posible" y "necesario" que los Veintisiete se doten de una Constitución antes de junio de 2009 porque la UE precisa de "reformas institucionales" y "de políticas en profundidad".
"O nos ponemos las pilas los europeos o desde luego no podemos esperar que sean otros los que vengan a sacarnos del atolladero", advirtió. Según Navarro, el nuevo Tratado Constitucional debe "partir de la base" del texto que han ratificado "una amplia mayoría de Estados y ciudadanos" que representan a casi el 60 por ciento de la población de la UE.
Navarro admitió que las próximas presidenciales francesas determinarán el camino por el que discurra el debate sobre el Tratado Constitucional. Si ganara el candidato conservador Nicolas Sarkozy, se iría "por una solución muy rápida", es decir, que permitiera que este mismo año el nuevo texto estuviera firmado a finales de la presidencia portuguesa de la UE y que se ratificaría a lo largo de 2008.
Si ganara la socialista Segolene Royal o el líder centrista Francois Bayrou --ambos han prometido que someterían el nuevo texto a referéndum-- se iría a una solución "algo más larga" ya que la nueva propuesta se firmaría a finales de 2008 bajo presidencia francesa de la UE y se sometería a referéndum coincidiendo con las elecciones europeas en 2009.