UE y Rusia tratarán de avanzar sobre la conferencia de paz de Ginebra en su cumbre bilateral la próxima semana

BRUSELAS 31 May. (EUROPA PRESS) -

La Unión Europea y Rusia tratarán de avanzar los próximos 3 y 4 de junio en la celebración de la conferencia de paz sobre Siria que permita dar una salida pacífica y política al conflicto sirio y sobre todo para intentar "encontrar un entendimiento común de cómo podría ser el proceso de transición" en el marco de la cumbre bilateral que acogerá la localidad rusa de Ekaterimburgo, según han avanzado fuentes europeas.

La UE estará representada en la cumbre por el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, que estarán acompañados por la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, y el comisario de Energía, Günter Oettinger. El presidente ruso, Vladimir Putin, ejercerá de anfitrión en la cita, acompañado por el ministro de Exteriores, Serguei Lavrov, los titulares de Energía, Justicia y Economía.

La UE trasladará a Moscú "el compromiso" de los Veintisiete para avanzar en una "solución política" a la crisis siria a pesar de su decisión de levantar el embargo de armas para la oposición al régimen, una decisión criticada desde el Kremlin porque no ayudará a avanzar en la vía política.

En todo caso, los dirigentes europeos insistirán a Putin en el compromiso de los Veintisiete de no enviar armas "por el momento" a la oposición a la espera de ver si hay avancen en la conferencia de paz para la que todavía no hay fecha y confían en discutir "los progresos" para que se celebre dicha conferencia de paz que permita poner en marcha un proceso de transición "creíble" y "sensato".

La UE ya ha dejado claro que el presidente sirio, Bashar al Assad, tiene que abandonar el poder, una condición que ha puesto la coalición opositora para participar en la conferencia, así como la salida de los combatientes extranjeros del partido milicia chií libanés Hezbolá y de Irán, aliados tradicionales del régimen de Damasco. Moscú rechaza que se impongan condiciones previas para que ambas partes empiecen a dialogar.

La cumbre, en la que no se esperan grandes decisiones más allá de un acuerdo bilateral para cooperar en la lucha contra los precursores de drogas según han avanzado fuentes europeas, arranca con una cena informal el lunes, en la que ambas partes discutirán la situación económica en la UE y Rusia y a nivel global, además de la presidencia de Rusia del G-20 y Siria. NUEVO ACUERDO BILATERAL Y ENERGÍA Al día siguiente, ya en sesión plenaria, ambas partes tratarán de dar "un nuevo impulso" a las negociaciones del nuevo acuerdo de cooperación bilateral para reforzar sus relaciones y la asociación para la modernización para promover el desarrollo socioeconómico pactada en 2010. Las negociaciones comenzaron en 2008, pero permanecen "bloqueadas" en los capítulos de comercio, inversiones y energía por divergencias entre las partes, han admitido fuentes europeas.

En el plano energético, uno de los asuntos que dividen a ambas partes, la UE insistirá a Moscú en que la legislación energética europea prohíbe a los proveedores de energía ser propietarios de las redes de distribución y que debe aplicar la legislación a todos los operadores en Europa, al tiempo que ofrecerá "alguna información" del estado de su investigación contra Gazprom por posible abuso de posición dominante en algunos países del Este de Europa.

La UE también pedirá a Rusia avanzar para poner fin a las tasas "discriminatorias" que aplica al reciclaje de vehículos y que cumpla los compromisos que ha asumido para entrar en la Organización Mundial del Comercio, según fuentes europeas. También abordarán las diferencias en materia fitosanitaria que mantienen. PREOCUPACIÓN EN DDHH Y VISADOS También aprovechará la cumbre para trasladar a Putin sus "fuertes preocupaciones" por el retroceso en materia de libertades civiles en Rusia a la luz de polémicas legislaciones contra las ONG que reciben financiación extranjera y por el acoso a opositores y activistas de los Derechos Humanos y le reiterarán los compromisos que ha asumido para garantizar la libertad de reunión y expresión como miembro del Consejo de Europa, según fuentes europeas que admiten "desacuerdos" en materia de Derechos Humanos entre las partes.

Rusia espera también por su parte que la cumbre permita "progresos" en la política de visados. La UE admite que "en las próximas semanas" se podría concluir un acuerdo de facilitación de visados más flexible para determinadas categorías de ciudadanos rusos, aunque todavía quedan trabajos preparatorios con vistas a lanzar negociaciones para un acuerdo que suprima la necesidad de visado.

Ambas partes discutirán cuestiones de interés regional e internacional en el almuerzo del martes, incluido el contencioso nuclear iraní, el proceso de paz en Oriente Próximo, la situación en el Norte de África y el Sahel, así como la situación en la Península coreana, Asia y los conflictos congelados en Transnistria y Nagorno Karabaj y Georgia.