JUBA, 31 Dic. (Reuters/EP) -
La Unión Africana (UA) ha amenazado este lunes con imponer sanciones a aquellos que incitan a la violencia en Sudán del Sur y que obstaculizan los esfuerzos internacionales para negociar un fin de los combates, que se suceden desde hace varias semanas y ponen en riesgo la estabilidad de la región.
De esta forma, el Consejo de Paz y Seguridad de la UA ha expresado su intención de "tomar las medidas apropiadas, incluidas sanciones selectivas, contra todos aquellos que incitan a la violencia, mantienen las hostilidades y socavan el diálogo inclusivo previsto" entre las partes.
En concreto, las tropas del Gobierno sursudanés se están enfrentando este lunes con efectivos leales al exvicepresidente Riek Machar y milicianos del conocido como Ejército Blanco cerca de la ciudad de Bor, capital del estado de Jonglei, según el portavoz militar, Philip Aguer, que previamente había informado de combates en el interior de la localidad.
Existe poca información sobre los participantes en los combates y, en concreto, sobre la presencia de militares sublevados leales a Machar o de milicianos del Ejército Blanco, una organización paramilitar formada por 25.000 guerreros de la etnia nuer cuya principal característica es que se pintan de blanco el cuerpo con ceniza hecha con excrementos de vacuno quemados cuya función es ahuyentar a los insectos.
Las autoridades y notables tribales han intentado convencer a los jóvenes que integran el Ejército Blanco de que vuelvan a sus hogares, pero se estima que unos 5.000 continúan su marcha hacia Bor. El propio Machar, líder de la sublevación, niega que el Ejército Blanco actúe bajo sus órdenes.
Más de un millar de personas han muerto desde la sublevación del 15 de diciembre liderada por Machar. El presidente Kiir destituyó a Machar en julio y le acusa de intentar un golpe de Estado, mientras que éste asegura que Kiir está acabando con todos sus rivales políticos.
El pasado viernes Kiir ofreció una tregua a los rebeldes y la liberación de ocho de los 11 dirigentes políticos detenidos por su presunta implicación en el golpe de Estado, pero los sublevados no han contestado a esta oferta.