ROMA, 29 Sep. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -
El cardenal mexicano y presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Agentes Sanitarios, monseñor Javier Lozano Barragán, atribuyó hoy las afirmaciones según las cuales el Papa Juan Pablo II habría pedido y recibido la eutanasia a una campaña con la que se pretenden "legitimar" estas tesis.
La polémica se desató hace algunos días, después de que la doctora italiana Lina Pavanelli --que es médico anestesista y profesora en la Universidad de Ferrara-- afirmara que Juan Pablo II, recibió de algún modo la eutanasia al aplicársele la sonda nasogástrica nutricional demasiado tarde, es decir, el 30 de marzo de 2005, tres días antes de morir.
En declaraciones a Europa Press, Lozano Barragán aseguró taxativamente que el Papa Juan Pablo II "no renunció jamás" a la alimentación y a la nutrición ni tampoco "a ninguna curación" antes de morir, y que afirmarlo constituye una "gran falsedad".
En este sentido, señaló que el equipo médico que atendió al Pontífice polaco en la última etapa de su vida actuó "de acuerdo a su ciencia y competencia", velando por su hidratación y nutrición hasta el último momento y con anterioridad al 30 de marzo.
Según el cardenal, los defensores de otros casos --como el de la americana Terry Schiavo a quien se retiró la sonda de alimentación que la mantenía en vida o el italiano Piergiorgio Welby, a quien se desconectó el respirador-- están intentando "acomodar" la figura de Juan Pablo II a sus tesis.
Lozano Barragán insistió en que estas afirmaciones no son más que "mentiras" con las que los interesados tratan de crear "una especie de engaño" y "demostrar una tesis falsa".
Por su parte, en declaraciones a los periódicos 'Corriere della Sera' y 'La Repubblica', los médicos que atendieron al Pontífice también desmintieron a Pavanelli, señalando que la alimentación e hidratación por sonda nasogástrica empezó antes del 30 de marzo, si bien este fue el día en que se le colocó de modo permanente.