BEIJING, 11 Sep. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -
El obispo católico chino Han Dingxiang, que manifestó repetidamente a lo largo de su vida su lealtad al Vaticano pese a las presiones de Beijing, falleció a los 71 años de una enfermedad no especificada, según ha informado hoy una organización religiosa estadounidense.
Han, que falleció el pasado domingo, fue incinerado pocas horas después de su muerte y enterrado en un cementerio público sin que se oficiara ningún servicio religioso.
"¿Por qué no se les permitió a los párrocos de su diócesis que bendijeran sus restos y que, junto con sus fieles, rezaran por este heroico pastor y vieran su cuerpo?", se pregunta la organización Cardinal Kung Foundation en un comunicado, al tiempo que solicita a la Santa Sede que investigue el caso. "No solo es inhumano y atroz, sino también sospechoso", agrega.
Designado por el Vaticano como obispo de la diócesis de Yongnian, en la provincia norteña de Hebei, Han fue ordenado cura en 1986 y obispo en 1989, y sufrió once formas distintas de detención y arresto domiciliario desde entonces. Según la organización religiosa, Han se encontraba arrestado en paradero desconocido desde hacía dos años, y pasó un total de 35 años bajo distintas formas de arresto, si se incluyen los cerca de 20 años pasados en un campo de trabajo durante la Revolución Cultural china.
Sus familiares, además, fueron informados de su estado de salud poco antes de su fallecimiento, según el comunicado de la organización, que cuenta con importantes fuentes entre la Iglesia clandestina china, fiel al Vaticano y no a los dictados de Beijing.
China sólo reconoce al Papa como un líder espiritual, se reserva el derecho a designar a los obispos del país y sólo permite que los creyentes de las distintas confesiones religiosas acudan a centros o templos autorizados, so pena de sufrir acosos y persecuciones.
