España se convierte en el segundo país más caritativo, por detrás de Estados Unidos
ROMA, 9 May. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -
Los españoles doblaron en 2006 sus aportaciones en favor de las obras misioneras que lleva a cabo la Iglesia Católica en los países más necesitados del mundo, pasando de los 18 millones de euros destinados en 2005 a 33 millones en 2006, según informó el arzobispo castrense de las Fuerzas Armadas y director nacional de las Obras Misionales Pontificias (OMP) en España, Francisco Pérez González.
En declaraciones a Europa Press, el arzobispo celebró este salto cuantitativo que se ha producido en las contribuciones de los españoles a las obras benéficas y evangelizadoras que promueve la Iglesia en todo el mundo y señaló que se trata de una demostración del "cariño que tiene España" por este tipo de iniciativas.
De hecho, subrayó que en el ejercicio 2006, España se convirtió en el segundo país más caritativo, por detrás de Estados Unidos. Las aportaciones más cuantiosas se destinaron al 'Domund', que es la colecta que promueven las parroquias para ayudar económicamente a las diócesis de las zonas más desfavorecidas del planeta.
Las ayudas que experimentaron un vuelco más relevante con respecto a 2005 fueron las obras misionales para los niños, tales como orfanatos, hospitales, escuelas para niños de la calle o de familias extremadamente pobres. Otro de los ámbitos a los que se dedican estas contribuciones caritativas son las becas de estudios para vocaciones jóvenes, ya sea al sacerdocio como a la vida consagrada.
Pérez González indicó que la mayor inyección económica registrada en 2006 procede de legados, herencias o donaciones elevadas y no tanto de las las colectas ordinarias que suelen promover las parroquias españolas.
AYUDAS PARA INDIA Y AFRICA.
En cuanto a las zonas geográficas a las que suelen destinarse, destacan los países de África, como Angola, Burundi, Benin, Etiopia, Ghana, Malaui, Senegal, Tanzania, Rwanda o Zimbawe, para citar algunos; así como la India, Bangladesh, Filipinas, Indonesia o Pakistán.
A pesar de su alegría ante la evolución positiva de estas ayudas, el arzobispo castrense insistió en que "todavía representan muy poco" para la ingente necesidad económica que padecen las iniciativas de la Iglesia en estos países.
El arzobispo castrense ha participado en la Asamblea General que las Obras Misionales Pontificias de todo el mundo que empezó el pasado 3 de mayo y finalizó ayer en Roma, con la participación de 112 países.
Se trata de una reunión internacional que tiene lugar cada año en el Vaticano y en la que se asigna el destino de las ayudas recopiladas durante todo el año y se concretan las líneas de acción que deberán seguir estas obras misionales durante el año siguiente.