Vaticano.- El Papa advierte de que aborto, eutanasia y experimentación embrionaria son "un atentado contra la paz"

Actualizado: lunes, 1 enero 2007 13:28

Denuncia la falta de "reglas más claras" por parte de la comunidad internacional para contrarrestar "la plaga del terrorismo"

ROMA, 1 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Papa advirtió que "el hambre, el aborto, la eutanasia y la experimentación embrionaria" son un "atentado contra la paz", en su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, que se celebra hoy, y cuyo eje central es 'La persona humana corazón de la paz'. Benedicto XVI comenzó el Año Nuevo con una celebración eucarística en la Basílica de San Pedro.

En dicho mensaje, dado a conocer hace un par de semanas en el Vaticano por el presidente del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, y el secretario cardenal Renato Raffaele Martino monseñor Giampaolo Crepaldi, el Papa denuncia "el estrago" que se hace en nuestras sociedades sobre el derecho a la vida.

"Junto a las víctimas de los conflictos de terrorismo y de violencia, están las muertes silenciosas provocadas por el hambre, el aborto, la experimentación sobre los embriones y la eutanasia. ¿Cómo no ver en todo esto un atentado contra la paz?", se pregunta Benedicto XVI, quien explica que eligió este tema pensando "particularmente" en los niños "cuyo futuro se ve comprometido por la explotación y la maldad de los adultos sin escrúpulos". "Sólo respetando la persona se promueve la paz", recordó.

El Pontífice define la paz como "un don de Dios, pero también un deber del hombre" de construir "el plan divino en la historia". Este plan, matiza el Papa, "no es irracional o sin sentido porque tiene el origen en el Verbo eterno, la razón, no la irracionalidad". "Existe una lógica moral, una gramática común escrita en la conciencia de todos", explicó Benedicto XVI, quien "invita a reaccionar según la justicia y la solidaridad en el respeto de los derechos humanos". "Seguir esta ley natural es el presupuesto para la paz", añadió.

El Papa denuncia, además, las violaciones de la libertad religiosa y subraya las actuales persecuciones contra los cristianos. "Existen regimenes de carácter confesional que imponen a todos una sola religión, mientras regimenes indiferentes alimentan, no una persecución violenta, sino un sistemático escarnio cultural respecto a las creencias religiosas", asegura.

"PERSISTENTES DESIGUALDADES".

Considera también una amenaza a la paz, las "constantes desigualdades presentes en el mundo" sobre todo respecto a los bienes esenciales como el alimento, el agua, la casa o la salud. "Una amenaza a la paz son las persistentes desigualdades entre hombre y mujer en el ejercicio de los derechos humanos fundamentales", añadió.

Por ello, el Papa pide en su mensaje superar los prejuicios ideológicos y culturales y las "inaceptables concepciones de Dios" que incitan al odio y la violencia. "Una guerra en nombre de Dios no puede ser nunca aceptada", precisa. Por otra parte, señala que la paz "se frena también desde la indiferencia a lo que constituye la verdadera naturaleza del hombre". "Muchos contemporáneos niegan la existencia de una naturaleza humana y hacen posible las más extravagantes interpretaciones de lo que es el ser humano", apunta.

El Papa subraya que "es necesaria la claridad". "Una visión débil de la persona lleva a derechos humanos debilitados, es decir, no siempre válidos, donde sea y para quien sea", afirma. Asimismo, considera "lamentable" que el derecho internacional humanitario "no haya ha encontrado actuaciones coherentes" y resalta la reciente guerra del sur del Líbano "donde la obligación de no involucrar a la población civil ha sido desatendida".

Por última, denuncia la "plaga del terrorismo" y subraya la necesidad para la comunidad internacional de "ofrecer reglas más claras para contrastar la deriva a la que asiste el mundo, porque la guerra es siempre un fracaso". En esta línea, también manifiesta una "gran inquietud" por la decisión de algunos estados de dotarse de armas nucleares "haciendo crecer el temor de una posible catástrofe atómica en la que se pone en juego toda la familia humana".