Vaticano.- El Papa denuncia el engaño de los jóvenes que convierten su propio cuerpo "en objeto de consumo"

Actualizado: sábado, 8 diciembre 2007 15:08

ROMA, 8 Dic. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -

El Papa Benedicto XVI denunció hoy la "corrupción del amor" de la que hoy en día son "víctimas fáciles" los adolescentes, jóvenes e incluso niños, que "engañados por adultos sin escrúpulos" acaban convirtiendo su propio cuerpo en "objeto de consumo".

El Romano Pontífice hizo estas declaraciones con ocasión del rezo del Ángelus que dirigió ante numerosos fieles desde la ventana de su estudio que da a la plaza San Pedro del Vaticano.

El Papa acusó a algunos "adultos sin escrúpulos" que, "mintiéndose a sí mismos y a los jóvenes, les atraen hacia el callejón sin salida del consumismo", especialmente en lo que concierne a las "realidades más sagradas, como es el cuerpo humano, templo de Dios, del amor y de la vida", que acaba convirtiéndose "en un objeto de consumo", y esto "cada vez más pronto, ya en la preadolescencia".

"Qué tristeza cuando los jóvenes pierden la admiración y el encanto que producen los sentimientos más bonitos, el valor del respeto al cuerpo, manifestación de la persona y de su insondable misterio", lamentó.

"Pienso en los jóvenes de hoy, crecidos en un ambiente saturado de mensajes que proponen falsos modelos de felicidad", prosiguió, resaltando que "éstos corren el riesgo de perder la esperanza" al haberse quedado "huérfanos del verdadero amor, que llena de significado y de alegría la vida".

Por este motivo, el Papa volvió a proponer a la juventud el ejemplo de la Virgen María, de la que hoy se celebra la fiesta solemne de su Inmaculada Concepción, recordando la advocación de Madre del Amor Hermoso, que utilizaba frecuentemente su predecesor, Juan Pablo II.

Después de pronunciar estas palabras, tuvo lugar el rezo del Ángelus y, seguidamente, el Papa saludó a los pelegrinos en sus distintas lenguas. Cuando llegó al español, destacó la "arraigada" devoción a la Inmaculada que se tiene en España y en Latinoamérica.

Benedicto XVI se despidió con un "hasta esta tarde en la Plaza de España", donde tendrá lugar la tradicional veneración de la imagen de la Inmaculada, que está situada justo delante de la Embajada de España ante la Santa Sede.