Alerta de la crisis de la familia, la reducción de las vocaciones y el progresivo envejecimiento del clero
ROMA, 29 May. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -
El Papa Benedicto XVI urgió a los fieles católicos de "todos los continentes" a "relanzar la acción misionera frente a los múltiples y graves desafíos de nuestro tiempo", según remarcó en su mensaje para la LXXXI Jornada Misionera Mundial que la Iglesia celebrará en todo el mundo el próximo 21 de octubre.
En la misiva, fechada el 27 de mayo y divulgada hoy por la sala de prensa del Vaticano, el Santo Padre reconoce la especial dificultad que atraviesa la Iglesia en los países de Occidente, a raíz de "la crisis de la familia, la reducción de las vocaciones y el progresivo envejecimiento del clero".
En este sentido, advirtió sobre el "riesgo" de que estos fenómenos influyan en las comunidades cristianas, haciendo que "se cierren en sí mismas y miren el futuro con poca esperanza", disminuyendo en consecuencia "su esfuerzo misionero".
Por esta razón, insistió en la responsabilidad que siguen teniendo en la consecución de este cometido las llamadas Iglesias "de antigua tradición", que en el pasado "proporcionaron a las misiones además de medios materiales, un número consistente de sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos, dando vida a una cooperación eficaz entre comunidades cristianas", recordó.
No obstante, también emplazó a las Iglesias de reciente evangelización a implicarse en las tareas misioneras, que también se deben desarrollar en los países de antigua tradición católica, en lo que vendría a ser un intercambio de tareas misioneras.
"CADA VEZ MÁS CONSCIENTES".
Con todo, Benedicto XVI recordó que "la llamada" a propagar las enseñanzas de Jesucristo "hasta los extremos rincones del planeta" es "universal", realidad de la que todos los bautizados deben ser "cada vez más conscientes", subrayó.
En este sentido, recalcó que "el compromiso misionero sigue siendo el primer servicio que la Iglesia debe a la humanidad de hoy" con el objetivo de "orientar y evangelizar las transformaciones culturales, sociales y éticas".
Según el Papa, el cristiano debe sentir la urgencia de "ofrecer la salvación de Cristo al ser humano de nuestro tiempo, en tantas partes del mundo humillado y oprimido a causa de pobrezas endémicas, de violencia, de negación sistemática de derechos humanos".
Asimismo, el Romano Pontífice quiso rendir homenaje a tantos sacerdotes, religiosos y laicos que "han dedicado sus energías apostólicas al servicio de comunidades apenas creadas, en zonas pobres y en vías de desarrollo" y entre los que se encuentran "no pocos mártires", señaló.
De hecho, en su reciente viaje a Brasil, que tuvo lugar a principios de mayo, el Papa exhortó a los obispos latinoamericanos a impulsar una nueva evangelización para combatir el avance de las sectas y la creciente pérdida de fieles en el país con más católicos del mundo.