Vaticano.- El Vaticano nombra por primera vez a una mujer postuladora de una causa de beatificación

Actualizado: lunes, 17 septiembre 2007 17:56

ROMA, 17 Sep. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -

El Vaticano ha encargado por primera vez en la historia la defensa de una causa de beatificación y canonización a una mujer, según dio hoy a conocer el Consejo Pontificio de Justicia y Paz de la Santa Sede. Se trata de la abogada Silvia Monica Correale, que se encargará de sacar adelante el proceso de santificación del cardenal vietnamita François-Xavier Nguyen Van Thuan.

Según precisó a Europa Press un portavoz de Justicia y Paz, Correale no es la primera mujer que se convierte en postuladora de una causa de beatificación, papel que otras mujeres --entre ellas, ella misma-- ya habían desempeñado en el pasado, sino que se trata de la primera vez que un dicasterio pontificio toma esta decisión. Anteriormente, sólo lo había hecho órdenes religiosas o instituciones de la Iglesia pero nunca el mismo Vaticano.

Correale, que es laica y abogada de profesión, también es postuladora de otras causas de beatificación, como la de la venerable Armida Barelli. Tal y como detalló el mismo portavoz, el Consejo Ponticio de Justicia y Paz ha elegido a Correale por su "profesionalidad" y por ser "una persona de confianza", a pesar de que no conociera personalmente al cardenal Van Thuan.

El anuncio del inicio del proceso de beatificación del cardenal vietnamita llega cinco años después de su fallecimiento acaecido el 16 de septiembre del año 2002, sólo un año después de su elección como cardenal.

La noticia fue dada a conocer coincidiendo con la audiencia que el Papa Benedicto XVI concedió esta mañana a los miembros del Consejo Pontificio de Justicia y Paz, organismo que monseñor Van Thuan presidió durante años.

ALEGRÍA DEL PAPA

Benedicto XVI acogió el anuncio "con íntima alegría" y definió al desaparecido cardenal como un "singular profeta de la esperanza cristiana", destacando la "capacidad que tenía para dialogar y mostrarse cercano a todos".

Según el Romano Pontífice, Van Thuan logró superar "todas las dificultades físicas y morales" gracias a su "energía espiritual", profundamente radicada en la "esperanza" que le ayudó a "entrever el diseño de la providencia de Dios incluso detrás del absurdo". Van Thuan sufrió 13 largos años de cautiverio y soledad en las cárceles de Vietnam, donde fue arrestado por las autoridades comunistas del país a causa de su fe.

Según relataría más tarde, la esperanza en el amor de Dios robusteció todavía más su fe a pesar de la cautividad y le llevó no sólo a perdonar sino incluso a hacerse amigo de sus propios carceleros.

En 1988, después de ser liberado y posteriormente expulsado del país se convirtiría en uno de los máximos colaboradores del Papa Juan Pablo II, quien lo nombraría presidente del Consejo Pontificio de Justicia y Paz y, en el consistorio de 2001, cardenal.