SANTA CRUZ DE TENERIFE, 26 May. (EUROPA PRESS) -
Canarias se ha equivocado en la apuesta por la introducción del gas contemplada en el Plan Energético de Canarias 2006 (Pecan) al abordar la eventual materialización de una crisis energética global. Además, el archipiélago enfrenta un escenario económico "muy preocupante" debido a su dependencia energética de los combustibles fósiles.
Ambas ideas forman parte de las conclusiones de un encuentro celebrado en la sede de CC. OO. de Santa Cruz de Tenerife al que asistieron, entre otros, un asesor de la Generalitat de Catalunya en materia energética, Daniel Gómez, y el presidente de la organización Canarias Ante la Crisis Energética (Calce), Juan Jesús Bermúdez. Gómez es también el presidente de la Asociación para el estudio de los recursos energéticos (Aeren), de la Asociación para el estudio del cenit petrolero y el gas en España (Aspo) y es director del Observatorio de la Crisis Energética y Alternativas de Sociedad.
Gómez aseveró con rotundidad que el gas "no es la respuesta para Canarias". A diferencia del petróleo, el mercado del gas opera en mercados regionales por lo que el cliente presenta una "mayor vulnerabilidad" en relación al proveedor. Además, el cenit del gas "se producirá tan sólo diez años después del cenit petrolero" y, en cambio, "las infraestructuras para procesar el gas demoran cerca de siete años en culminarse pero en Canarias ni siquiera están iniciadas".
El cenit del petróleo se traducirá en una crisis financiera y su primer 'bache' ocurrirá "probablemente" hacia 2010, pero aún se desconoce cuando se producirá el declive definitivo. Con ese pronóstico, "ya no hay mucho margen de tiempo para actuar". En la misma línea, Bermúdez apuntó que "ya la economía canaria está atravesando por los primeros síntomas de una crisis importante".
LAS ALTERNATIVAS
Gómez sugiere estudiar otras "alternativas" e insiste en la "urgencia" de que la sociedad canaria comience a debatir el asunto "para intentar encausar de forma ordenada la transición desde la economía del petróleo barato a otra de escasez energética". Le preocupa que "la actual paz social es un logro del sistema económico y social pero se sustenta en un modelo de crecimiento al infinito que es insostenible debido a su alto consumo energético".
Una de las propuestas es impulsar un "cambio de valores" en la ciudadanía que incluya la "renuncia a la felicidad a través de aspiraciones materiales" e insistir en la "austeridad" como referente social. De manera concreta, esta medida se traduciría en la contención salarial como vía para frenar el consumo "que no es lo mismo que la congelación de sueldos solicitada por los empresarios para mejorar la situación financiera de las empresas", aclara.
Además, "es necesario acercar la economía a los ciclos naturales de la Tierra" ya que ahora "está alejada de las leyes físicas y de su base material que, en realidad, son su fundamento". Por ese motivo, es necesario que los trabajadores dispongan de información sobre el tema y que la sociedad combata el 'fantasma' de las "tecnologías distractivas", que son las "esperanzas ciegas" de que las tecnologías resolverán la crisis energética "antes de que surjan grandes problemas".
En un plano más cercano, Canarias debería alejarse de las políticas de subvenciones impulsadas por la Unión Europea porque "sólo sirven para aumentar la ya alta dependencia de las islas del petróleo, lo que se traduce en una mayor vulnerabilidad ante una crisis energética". Además, las islas deberían adoptar la propuesta británica sobre la 'cuenta energética'. Se trata de una tarjeta que permitiría a los vecinos un consumo energético máximo al mes que se puede usar, vender o intercambiar.
