Los cantautores canarios apuestan por "tomar la calle" para acercar su música al público

Actualizado: jueves, 6 septiembre 2007 14:48


SANTA CRUZ DE TENERIFE, 6 Sep. (EUROPA PRESS) -

En un debate en el que participaron Alberto Cañete, Fran Chinea, Fermín Romero, Kakó, Luis Almeida y Luis López, los cantautores canarios llegaron a la conclusión de que es momento de "tomar la calle y las escuelas" para acercar su música al público de las islas. Los cantautores coincidieron en esta afirmación anoche, en la Sala San Borondón de La Laguna, donde tuvo lugar un encuentro de artistas para analizar la situación actual de la canción de autor en Canarias y su futuro.

En el diálogo, todos los participantes admitieron el mal momento por el que está pasando la canción de autor en el archipiélago en lo referente a difusión y promoción, aunque son optimistas en cuanto al futuro, ya que a su juicio y a nivel musical, Canarias vive un momento inmejorable.

Esta realidad se contrapone, sin embargo, con el gran "desconocimiento" que el público tiene de la canción de autor, además de un nulo interés y apoyo por parte de las instituciones culturales: "Vivimos en un mundo carente de pensamiento profundo, y como los cantautores queremos hacer pensar de modo crítico, desde la sensibilidad y la palabra, quizás por eso no interesamos". En este sentido, Fran Chinea aseguró que "cualquier local donde nos pongan una sillas y nos den permiso es bueno para mostrar lo que hacemos".

Para Alberto Cañete "debemos ser autocríticos, el cantautor debe volver de alguna manera a la militancia, de nosotros depende que demostremos al público si nuestra obra es válida. Puesto que ni las instituciones, ni las televisiones u otros medios de comunicación muestran interés por la canción de autor, es nuestra responsabilidad hacer una labor pedagógica, sobre todo con nuestros jóvenes. Por experiencia sé que cuando los chicos nos escuchan se quedan enganchados con lo que hacemos".

Cañete insistió en el concepto de autogestión cultural porque "debemos crear nuestra propia infraestructura, ser capaces de autogestionarnos y sobre todo huir de triunfalismos, tenemos que ponernos a componer, cantar y transmitir al público, ese es nuestro trabajo. Hay que salir del espacio restringido del bar y tomar todos los sitios que podamos: las calles y las plazas, pero también los centros comerciales y hasta los barcos y los aviones si nos dejan".

Luis Almeida reclamó del cantautor que si cree en lo que hace y tiene verdadera vocación por transmitir sus canciones y su poesía, debe salir a las Plazas -el corazón del pueblo-, porque será allí donde la gente que pasa se parará a escuchar sus canciones si verdaderamente valen.

Fran Chinea se refirió al concepto que el público tiene del cantautor: "desgraciadamente todavía la gente tiene prejucios sobre la palabra cantautor, y no saben que lo que hacemos para nada está reñido con la tecnología moderna, con la ironía o la diversión. Claro que el cantautor quiere transmitir un mensaje crítico y profundo, pero eso no quiere decir que sea aburrido".

Para Luis López, de Non Trubada, es imprescindible que el cantautor se exprese con total libertad, y muchas veces esto está reñido con la posible dependencia del apoyo institucional... "el poder del músico está en el micrófono, la palabra es nuestra arma y tenemos la obligación moral de usarla con total libertad y sin miedo a las posibles represalias".

En esta línea todos coincidieron en que las instituciones deben dejar de ejercer ese papel paternalista de "llevar la cultura a los pueblos y a los barrios"... Fermín Romero apuntó que ahora que tanto se habla de participación ciudadana, deben ser los ciudadanos agrupados en colectivos vecinales, juveniles.. etc., los que gestionen en gran medida la cultura que quieren: "en la actualidad la cultura responde sobremanera a intereses políticos, de tal modo que es mucho mas rentable gastarse un dineral en traer a unas cuantas figuras mundiales y llenar los estadios, que hacer una verdadera labor a ras de tierra, promocionando a nuestros músicos por todas nuestras islas, creando circuitos que permitan a todos los cantautores y artistas darse a conocer aquí, incluso apoyar a aquellas experiencias más interesantes para difundirlas en el exterior".

El cantautor grancanario reclamó imaginación por parte de los cantautores "tenemos que inventarnos las alternativas, porque no podemos dejar desfallecer este movimiento musical tan importante en Canarias, y aunque posiblemente siempre exista la figura del cantautor como una necesidad social y humana, creo que el momento que vivimos exige que seamos nosotros los verdaderos motores y promotores de la misma".

Sobre el papel de las instituciones todos resaltaron el descrédito que los músicos en general tienen sobre ellas. Fueron muy críticos con las políticas culturales y con los gestores que las promueven. Fermín Romero indicó con cierta ironía "quiero pensar que muchos responsables públicos realizan auténticas políticas culturales nefastas y fuera de todo sentido, por ignorancia y desconocimiento de nuestra realidad y de nuestros artistas, no por mala voluntad...".

Los cantautores reconocieron que es triste que tantos creadores graben sus discos con el sacrificio de muchos años y pasen sin pena ni gloria, que no existan circuitos culturales, pero sobre todo que no se disponga de una política cultural seria, a largo plazo, con visión de generar un público formado y conocedor de todas las expresiones culturales pero también con la perspectiva de fomentar nuevos valores y de consolidar a aquellos artistas que han demostrado una calidad y seriedad dignas de ser apoyados.

Cacó dijo que es cierto que en la actualidad "los cantautores somos -o nos quieren convertir- en seres invisibles, pero desgraciadamente esta sociedad ha ido volviendo invisibles a todas las expresiones relacionadas con los valores: la justicia social, la dignidad política, la ética humana...". Cacó añadió que el cantautor juega un papel importante en la transformación de esta sociedad y tiene por ello una gran responsabilidad al igual que otros agentes sociales y culturales.

Por otro lado el cantautor fue muy crítico con la hipocresía de muchas de nuestras instituciones "que por un lado financian y publicitan eventos musicales que incitan directamente a la violencia y fomentan valores muy poco constructivos para la juventud, y por otro lado se les llena la boca con campañas que nos hablan de potenciar la ética entre nuestros jóvenes...".