La comunidad médica espera que se comercialice en mayo la vacuna contra el virus que causa el cáncer de cérvix

Actualizado: domingo, 25 marzo 2007 22:00

SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA, 25 Mar. (EUROPA PRESS)

La comunidad médica espera que la vacuna contra el virus del papiloma humano (PVH) comience a comercializarse en España el próximo mes de mayo. Así lo ha reconocido el doctor Orlando Falcón Vizcaíno, un ginecólogo del hospital Materno Infantil que ha participado en las jornadas sobre cáncer organizadas este fin de semana en el sur de Gran Canaria por la Asociación Canaria de Oncología Médica.

Este virus es el responsable de que mueran en Canarias unas tres mujeres al mes por cáncer de cérvix, aunque la mayoría de las personas que contraen esta infección de transmisión sexual no llegan a desarrollar la enfermedad. De hecho, para adquirir el tumor es necesario haber sido invadida previamente por el microorganismo, que sólo prolifera hasta causar el cáncer en una pequeña proporción. "Lo que hay que transmitir a la sociedad es que esta infección es frecuente y la mayoría de las veces se cura de manera natural", sostiene Falcón.

En cualquier caso, se trata del único cáncer conocido hasta el momento que es originado por un virus, y por ese motivo es importante combatirlo mediante una vacuna, cuyo objetivo principal es evitar que las mujeres contraigan esta enfermedad. También hay metas a corto y medio plazo como prevenir las infecciones y lesiones producidas por el virus, que son muy frecuentes e incrementan el trabajo de los médicos, además de que provocan angustia en los pacientes y disparan el gasto económico.

Por estas razones es necesario que el principio orgánico se incluya en la carta vacunal, tal y como ocurre en los países que integran la Unión Europea con la excepción de España, pues la labor preventiva debe operar en los niños antes de que se inicien en las relaciones sexuales y se expongan al contagio del PVH. La eficacia de la vacuna está demostrada científicamente y también se aplica en EEUU, Australia y Canadá.

Además, los expertos abordaron otros tipos de cánceres como el de colón y recto, mama, y pulmón, siempre con las correspondientes terapias de soporte para sus tratamientos, pues la finalidad del congreso era analizar la enfermedad desde un punto de vista multidisciplinar, en el que también hubo espacio para debatir la nutrición que precisa el paciente oncológico y los avances antieméticos.

En este sentido hay que destacar la aparición de un nuevo fármaco que reduce en un 20 por ciento los casos de personas que sufren vómitos tras recibir quimioterapia, una cifra que antes estaba en el 50% y que ahora se ha logrado rebajar. El medicamento se llama Aprepitant, y según el doctor que expuso sus bondades, Pedro Pérez Segura (hospital San Carlos, Madrid), es la primera novedad que se produce en 20 años para combatir con eficacia el malestar que sufre el paciente después de la quimio. Esto contribuye a mejorar la calidad de vida del enfermo y permite que continúe correctamente con su tratamiento al eliminar las náuseas.

DISEÑO DE TRATAMIENTOS A MEDIDA

Otro de los avances expuestos en el congreso consistió en la aplicación de tratamientos a la medida del perfil genético del paciente, lo que se conoce como dianas terapéuticas. Uno de estos nuevos fármacos de diseño opera mediante la inhibición de la angiogénesis, una sustancia que reduce el aporte vascular que recibe el tumor, lo que en la práctica equivale a disminuir su tamaño y las posibilidades de que cause una metástasis. Este fármaco se conoce como Avastin y asociado a la quimioterapia aumenta la supervivencia del paciente. Por el momento se aplica en el cáncer de colón, aunque en breve se dispensará para tratar las células malignas en los pulmones y las mamas. También se expuso una nueva vía de acceso para operar el cáncer de recto que marcará el futuro a seguir en la terapia de esta enfermedad, pues consiste en una técnica menos agresiva que sirve para extirpar el tumor sin tener que abrir el vientre. Se trata de la cirugía laparoscópica, que ahora también comienza a usarse en este tipo de intervenciones. Todavía está en fase de investigación, pero los primeros resultados arrojan mejoras para el paciente, que pierde menos sangre, sufre menos dolor y se recupera antes. En cualquier caso, el resultado oncológico es igual al de una operación convencional, pues los casos de supervivencia son idénticos en ambas intervenciones.