SANTA CRUZ DE TENERIFE, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Filmoteca Canaria rinde tributo al cineasta estadounidense Anthony Mann (1906-1967), uno de los innovadores del western, del que la industria parece haber olvidado sus logros, aunque sus películas continúen vigentes, con el inicio mañana, jueves, a partir de las ocho y media de la tarde, en el Cine Víctor en Santa Cruz de Tenerife, del ciclo que lleva su nombre rescatando a uno de los defensores de un cine de autor que llevó el género del oeste a su madurez.
El ciclo comienza con una de las mejores películas de género, Winchester 73 (1950), considerada por muchos críticos su obra maestra. Protagonizada por James Stewart, que sigue la pista de un rifle robado para vengar la muerte de su padre, narra las hazañas de dos jinetes que llegan a Dodge City persiguiendo a un hombre. Es el Día de la Independencia y la gente se arremolina en torno al premio del concurso y consigue el rifle pero su contrincante se lo roba y huye.
El oeste de Anthony Mann era el más complejo, casi neurótico, con unos filmes donde se sospechaba del héroe y se favorecía al personaje más ambiguo. El nombre de Mann es recordado con respeto entre la crítica, en especial en Europa, venerado en Francia y en Alemania, donde presidió el Jurado Internacional de Berlín en 1964. Mann murió, como se suele decir, con las botas puestas mientras rodaba el film Sentencia para un dandy.
Con esta retrospectiva que ocupará durante los meses de junio y julio las salas donde habitualmente se proyectan los ciclos de Filmoteca Canaria, el Monopol en Las Palmas de Gran Canaria y el Cine Víctor en Santa Cruz de Tenerife, se intenta paliar el olvido en el que injustamente ha estado la obra cinematográfica de Anthony Mann, sobre todo sus westerns, rodados durante su etapa en los Estudios Universal.
Según los estudiosos de su obra Mann modernizó el género, incorporando una mayor violencia y utilizándolo para expresar la visión del hombre como persona, los conflictos de su psicología interior. Aparte de su indudable talento como director, en el que sobresalen su plasticidad, su temperamento dramático, su gran sentido de la observación y su característico tono épico, supo crear personajes esencialmente cinematográficos y extraer inusitados matices de sus actores favoritos, como James Stewart.
Su figura es un referente inevitable en la historia del western a lo que se une que fue un cineasta integral, a la vez innovador y clásico.
Horizontes lejanos (1952), Colorado Jim (1953), Cazador de forajidos (1953) y El hombre del Oeste (1958), son los otros cuatro títulos que exhibirá Filmoteca Canaria.