Trabajadores del Involcan - PICASA
SANTA CRUZ DE TENERIFE 9 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Cabildo de Tenerife ha aprobado este miércoles en Consejo de Gobierno una inversión de 2.023.000 euros para impulsar tres proyectos clave del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER) que conectan directamente con el bienestar de la ciudadanía.
La vigilancia volcánica y atmosférica, el análisis masivo de datos genómicos y el desarrollo de asistentes de inteligencia artificial para optimizar la administración pública conforman una apuesta integral por la ciencia y la innovación como herramientas útiles al servicio de la sociedad.
Esta inversión forma parte del Plan Director de Innovación del Cabildo y responde al compromiso de anticiparse a los grandes retos científicos, medioambientales y tecnológicos del presente y del futuro.
La presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, destacó que se trata de un ejemplo claro de cómo desde Tenerife se impulsa una innovación que protege, que cuida y que mejora la vida de las personas.
"No hablamos de ciencia lejana, hablamos de tecnología útil que salva vidas, cuida el entorno y nos permite prestar mejores servicios públicos", afirmó.
Con una partida de 857.000 euros, el Cabildo refuerza uno de los sistemas de vigilancia volcánica más avanzados de Europa, operativo en Tenerife desde 1997 gracias al trabajo de los científicos del Involcan y del ITER.
Este sistema permite detectar a tiempo señales de actividad volcánica, anticiparse a posibles erupciones y activar mecanismos de respuesta rápida, reforzando la seguridad de toda la isla.
Además, se amplía el control sobre la calidad del aire, mediante estaciones que miden en tiempo real la presencia de gases contaminantes.
Esta información es clave para proteger la salud de las personas y actuar frente al cambio climático con decisiones basadas en datos precisos.
Rosa Dávila subrayó que "esta red de vigilancia lleva más de 25 años funcionando en la isla pero hoy se fortalece con más recursos para que siga cumpliendo su función de anticipar, proteger y dar respuesta a fenómenos volcánicos que no se pueden controlar pero sí vigilar con rigor".
MÁS INVESTIGACIÓN GENÉTICA
Otra parte importante de la inversión --1.090.000 euros-- se destinará a fortalecer el laboratorio del ITER que estudia el ADN.
Este laboratorio permite investigar enfermedades, desarrollar tratamientos más precisos, proteger especies en peligro o mejorar cultivos, y forma parte de una apuesta clara por convertir a Tenerife en un referente en ciencia, biotecnología y supercomputación.
Esta infraestructura también tiene un papel clave en la formación de jóvenes científicos y en la creación de una economía del conocimiento más fuerte y diversificada, conectada con las necesidades reales de la sociedad.
Dávila añadió que "estos proyectos no solo tienen impacto en los laboratorios, tienen impacto en la vida real, en la salud, en la sostenibilidad, en la innovación agrícola y en la capacidad de posicionar a Tenerife como un territorio de conocimiento con vocación global".
El tercer proyecto, ATLAS, contará con 85.000 euros y tiene como objetivo probar cómo la inteligencia artificial puede ayudar a hacer más fáciles, rápidos y eficientes los trámites administrativos.
Esta herramienta, aún en fase piloto, será capaz de redactar de forma automática documentos como los pliegos para licitaciones públicas, reduciendo el papeleo, ahorrando tiempo y facilitando la gestión dentro del sector público.
Por su parte, el consejero de Innovación, Investigación y Desarrollo, Juan José Martínez, destacó que "el ITER se ha convertido en uno de los motores científicos y tecnológicos más importantes de Canarias, y está demostrando que desde Tenerife también se puede estar a la vanguardia de la innovación en Europa".
"Estamos hablando de un centro que no solo investiga, sino que aplica ese conocimiento a problemas reales, desde la seguridad volcánica hasta la salud, el medio ambiente o la modernización de los servicios públicos. Este trabajo constante, riguroso y con impacto directo en la ciudadanía consolida a Tenerife como una isla que no solo innova, sino que lidera soluciones", finalizó Martínez.
FLORA INVASORA
El Consejo de Gobierno también ha aprobado casi 5 millones de euros para intensificar la lucha contra dos de las especies invasoras más dañinas de la isla: el rabo de gato y el plumero de la pampa.
Ambas plantas, introducidas décadas atrás, se han expandido sin control, desplazando a la flora autóctona y alterando el equilibrio de los ecosistemas insulares.
"No vamos a darles tregua. Estamos actuando con decisión y sin pausa para proteger lo que es nuestro", aseguró la presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, tras anunciar la aprobación de una nueva partida de 1.245.000 euros destinada a eliminar el plumero de la pampa (Cortaderia spp), una especie que se propaga con rapidez gracias a su capacidad para liberar hasta 100.000 semillas por ejemplar.
Los trabajos se desarrollarán a lo largo de 30 meses y se centrarán en espacios naturales y entornos periurbanos especialmente afectados.
Esta acción se suma al plan específico aprobado el pasado 4 de junio, con una inversión de 3,7 millones de euros hasta 2027, para el control del rabo de gato (Pennisetum setaceum) y otras especies exóticas en zonas de alto valor ecológico.
En conjunto, ambas actuaciones suponen un esfuerzo coordinado sin precedentes en la gestión de flora invasora en Tenerife.
El plumero comenzó a introducirse en la isla en los años 60 y 70 del siglo pasado como planta ornamental pero "hoy se ha convertido en un problema ambiental de primer orden, al colonizar con facilidad barrancos, taludes, márgenes de carreteras y terrenos degradados", señaló.
Además, advirtió de que "representa un riesgo real de incendio por la gran cantidad de material seco que genera durante los meses de calor".
La consejera de Medio Natural, Blanca Pérez, señaló que "por su comportamiento agresivo", la especie está incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, que prohíbe su comercialización, plantación y distribución.
A su juicio, "la ciudadanía también tiene un papel clave, evitando plantar estas especies en jardines y notificando su presencia cuando las detecte".
La campaña contra el plumero seguirá un enfoque similar al del rabo de gato: arranque manual con herramientas ligeras, eliminación controlada de restos vegetales en instalaciones autorizadas y limpieza integral de residuos en las zonas de actuación.
"Estamos actuando con planificación, continuidad y sentido ecológico", destacó Blanca Pérez, quien añadió que estas campañas "no solo erradican lo que daña, sino que abren paso a la recuperación de nuestros paisajes naturales".
Entre las intervenciones más significativas ya realizadas figura la retirada de 6,5 toneladas de plumero en los márgenes del aeropuerto de Tenerife Sur, donde se eliminaron 38 ejemplares de distintos tamaños.
Esta operación refleja el nivel de expansión silenciosa que ha alcanzado la especie y la necesidad de intervenir con rigor técnico.
En el caso del rabo de gato, el plan ya ha permitido ejecutar más de mil actuaciones sobre unas 1.500 hectáreas del territorio insular en los últimos cinco años, con la retirada de unas 44 toneladas de flora exótica invasora.