Un 4% de la población canaria padece apnea del sueño

Actualizado: viernes, 7 julio 2006 18:00


LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -

Entre un 4 y 5% de la población canaria padece apnea del sueño, una enfermedad que actúa durante el sueño y que obstruye la garganta provocando pausas en la respiración. De este segmento de población sólo el 10% está diagnosticado y tratado. Se trata de un problema de primera magnitud que afecta no sólo a la calidad de vida del enfermo, sino que provoca trastornos en el entorno del mismo.

La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, a través de su Fundación Respira, ha declarado el 2006 como Año de la Apnea del Sueño y ha organizado una campaña informativa itinerante para dar a conocer a conocer la enfermedad a la población y, al mismo tiempo, prevenir los factores de riesgo.

Durante este fin de semana recalará en el Parque de San Telmo de Las Palmas de Gran Canaria. La instalación consistirá en una carpa en cuyo interior habrá una exposición informativa y donde habrá especialistas dispuestos a realizar pruebas a todos los visitantes. Estará presente Felipe Rodríguez de Castro, neumólogo del Hospital Negrín y vicepresidente de la Sociedad Nacional.

La apnea es una enfermedad que aparece durante el sueño y que causa obstrucciones en la garganta (vía aérea) provocando pausas en la respiración de 10 segundos e incluso de más de un minuto. Las apneas son repetitivas pudiendo aparecer más de 600 veces en una noche. Esto disminuye la aportación de oxígeno a la sangre, pudiendo dar lugar a hipertensión arterial que incrementa el riesgo cardiovascular.

La calidad de vida se ve afectada en todos los sentidos, ya que la sensación de ahogo provoca despertares en general no conscientes que impiden el sueño reparador. El paciente se siente más cansado de lo normal y se duerme con facilidad durante el día con lo que aumenta el peligro de que sufra accidentes de tráfico (entre 4 y 6 veces más riesgo que la población general), laborales o domésticos

Una de las mayores dificultades que se encuentran los especialistas es el diagnóstico de la enfermedad. En la mejor de las previsiones, menos de 10 de cada 100 personas, de los 2 millones de españoles que sufren apnea grave, saben que la tienen.

El paciente tipo suele ser un hombre de unos 45-55 años, obeso (o con sobrepeso) y roncador, pero la apnea puede darse a cualquier edad. La frecuencia en género es de 2 a 3 veces mayor en hombres que en mujeres (tiende a igualarse a partir de la menopausia).

La polisomnografía nocturna es la prueba de referencia para establecer el diagnóstico. Cuando dormimos pasamos por diferentes fases; la ¡ y la 2 componen el sueño superficial, que no es más que una transición entre la vigilia y el sueño profundo. Las fases 3 y 4 forman el sueño profundo que es una especie de hibernación en el que decaen todas las funciones vitales y se repara el cansancio acumulado durante el día. Todas las anteriores componen el sueño no REM. En el periodo REM aparecen la mayoría de los sueños y pesadillas que recordamos.

Uno de los más importantes tratamientos es la CPAP (presión positiva continua en la vía aérea). Se trata de una mascarilla nasal que el paciente debe llevar durante la noche y que transmite aire a presión de una turbina a la garganta a través de la nariz, impidiendo la obstrucción de las vías respiratorias. Se ha demostrado su eficacia en prácticamente el 100% de los pacientes.