Tribunales.-(Ampliación) La Fiscalía mantiene cuatro años de cárcel a 6 acusados de falsificar billetes

Europa Press Islas Canarias
Actualizado: jueves, 5 junio 2008 22:57

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 5 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía mantuvo hoy su petición de cuatro años de cárcel para los seis jóvenes acusados de un presunto delito de falsificación de moneda, quienes entraron en un "cúmulo de mentiras y contradicciones", según el Ministerio Público, durante el juicio celebrado por el Juzgado Central de lo Penal de la Audiencia Nacional desarrollado hoy en la Audiencia Provincial de Las Palmas.

Los abogados de la defensa pidieron la absolución de sus clientes, C.A.M.M., de 27 años, C.Y.G de 28, P.J.S. de 26, M.R.P de 27, J.J.U.R. de 25, y O.O.S de 27, ya que los letrados consideran que no hay pruebas de cargo suficientes para imputarles dicho delito, al tiempo que cuestionaron la declaración de un menor que culpa a los procesados de los hechos ocurridos el 15 de marzo de 2004 en Lomo Las Brujas, en el municipio de Telde.

En su declaración policial, este menor, que actualmente se encuentra "ilocalizable", indicó que se enteró "por medio de" M.R.P. que O.O.S. "le iba a dar dinero falsificado para hacerse un business en Las Palmas de Gran Canaria".

El juicio, presidido por el magistrado José María Vázquez Honrubia, titular del Juzgado Central de lo Penal de la Audiencia Nacional, ha quedado visto para sentencia tras las comparecencias hoy de los seis acusados, tres agentes policiales y un perito del Banco de España.

Durante su declaración M.R.P. aseguró que fue a La Isleta, en la capital grancanaria, a comprar hachís a C.A.M., pero éste lo negó y afirmó que "iba a venderle un vehículo", sin embargo al comprobar que los 55 billetes de 50 euros que le entregó M.R.P. eran falsos "y que le habían metido la negra", es decir que le engañó, salió corriendo detrás de él, a quien en la huida se le cayeron "piezas de hachís".

Posteriormente, C.A.M.M. se subió en un vehículo con otros amigos y se dirigieron con catanas, sables y palos de madera a Jinámar, en Telde, barrio que calificó como "conflictivo", con el objeto de "vengarse".

El fiscal Juan Moral sostiene que los acusados habían adquirido los billetes falsos con la finalidad de lucrarse con la distribución de los mismos e introducirlos en el tráfico monetario regular.

EL DINERO LO ENCONTRÓ EN UN "PARTERRE".

M.R.P., en prisión por otra causa de robo con fuerza, negó haberse dirigido a la capital para comprar un coche, sino que adquirió "kilo y medio de chocolate" por el que pagó a C.A.M.M. con dinero que encontró "en la calle, en un parterre" cerca de su casa y "sabía que era falso porque se notaba al trasluz".

"Para nada es verdad" que O.O.S "me diera los billetes falsos para ir a comprar hachís y dar la negra a C.A.M.M", aseguró el procesado, por lo que se contradijo con lo que había dicho en su declaración inicial en el juzgado.

Por su parte, C.A.M.M. dijo que cogió el fajo de billetes y se lo metió en el bolsillo y cuando abrió la bolsa se percató de que era falso. Añadió que "en ningún momento" se benefició de ese dinero "para nada", sino que salió "perjudicado".

De otro lado, C.Y.G. --en prisión por otra causa--, manifestó desconocer que el dinero era falso porque en caso de saberlo no se hubiera subido al coche. Indicó que no había visto el dinero y se quejó de que le detuvieron por tenencia ilícita de armas y por posesión de drogas y finalmente se le acusa de un presunto delito de falsificación de moneda. si yo sé que el dinero es falso no me subo en el coche.

"PARECÍA UNA PELÍCULA".

En su relato, P.J.S.R --condenado a dos años de cárcel por conducción temeraria--, expuso literalmente: "yo no sé ni qué hago aquí la verdad". Aseguró que no tiene "nada que ver" con los hechos y que ni vio los billetes ni vio "nada". Añadió que no estuvo presente en la transacción entre M.R.P. y C.A.M.M..

Se enteró después de lo ocurrido cuando el último chico y su "peña" fueron con armas blancas hasta Jinámar como si "aquello fuera una película" en búsqueda de M.R.P. y su primo J.J.U.R., por lo que escondió a éste en su casa "porque esta gente le iba a matar". "LLevaban diez cuchillos", añadió P.S.R, que temía que cogieran a su primo y le "mataran".

Por su parte, J.J.U.R., que trabaja como peón albañil y fue en su día acusado por robo, aseguró que sólo llevó en su vehículo a M.R.P. a la capital "como favor" y a cambio le dio "un cachillo de hachís". Por lo que se contradijo de su declaración en el juzgado, cuando admitió que iba a comprar hachís y pagar con dinero falso a C.A.M.M..

Añadió que en su día hizo estas últimas manifestaciones porque "estaría harto de pastillas" y ante la presión de las preguntas que le eran planteadas, al tiempo que insistió en que "en ningún momento" ha tenido dinero falso.

Se preguntó "qué hace" en el juicio su familiar P.S.R., pues no acudió con él y M.R.P. a la capital. Asimismo, indicó que su amigo "en ningún momento" le avisó de que iba a comprar droga ni que llevaba billetes contrahechos encima.

El último en declarar fue O.O.S., quien indicó que ha sido juzgado pero no condenado en otras causas. "No sé nada de lo que se está hablando", incidió y explicó que fue detenido al año de lo sucedido. Resaltó que tiene dos niños pequeños y que es "bastante mayor" para darle billetes falsos a un menor.

Igualmente, O.O.S. reiteró que llegó a octavo de EGB y no le dieron el graduado escolar, así como carece de ordenador para la elaboración de los billetes. Recordó que en su día solicitó que se registrara su vivienda, pero ello no se realizó.

DESDE SABLES HASTA CATANAS.

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía que declararon en calidad de testigos indicaron que una persona de Lomo Las Brujas les alertó de que cinco jóvenes portaban en su vehículo numerosas armas blancas, por lo que los agentes se desplazaron al lugar e interceptaron el coche, donde encontraron desde catanas, sables, palos de maderas y una tonfa, un arma originaria de Okinawa.

El conductor, C.A.M.M., explicó a la policía que le habían engañado, le habían dado dinero falso y que iban a darle una "paliza" a la persona que se los entregó. "Vimos que era una venganza por una venta que no salió bien", agregó uno de los agentes, que señaló que en Jinámar "nunca" les han recibido "con flores", por lo que trasladaron a los jóvenes a comisaría.

PARA LA POLICÍA, "NO SON UNOS CORDERITOS".

A preguntas de la abogada de C.A.M.M., dicho agente negó que los jóvenes tuviesen una actitud "colaboradora", al tiempo que destacó que "no eran corderitos". Los tres policías coincidieron en que se notaba "a simple vista" que el dinero era falso".

Por su parte, el perito calificó de "falsificación peligrosa" a los billetes, que, a su juicio, "podían confundir al público si no dispone de otros medios para distinguirlo". "Se puede engañar a cualquier persona que no sea un experto". No obstante, el letrado de M.R.P. criticó que el informe pericial incurre en "serias contradicciones".

"SÓLO FALTA UN MUERTO".

En su escrito de conclusiones finales, el fiscal Juan Moral resaltó que el proceso es "un cúmulo de mentiras y contradicciones desde el primer momento", pues todos se echan la culpa unos a otros y "no se sabe si se vendió un coche, una moto o hachís". "Sólo falta un muerto, porque si no todos le hubieran echado la culpa a él", apuntó.

Moral añadió que se trata de dos personas engañadas, en concreto C.A.M.M. y C.Y.G, por P.J.S., M.R.P y J.J.U.R.. Igualmente estimó "lógico" que el menor que les acusó esté "absolutamente ilocalizable o no quiera ser localizado".

En su última intervención, C.Y.G. protestó por su acusación, mientras que M.R.P. preguntó "a ver donde están los papeles del coche, y el contrato de compraventa", pues sostiene que él compró "droga". En cambio, C.A.M.M reiteró que en su "vida" ha visto "chocolate" y P.J.S. pidió que no le "metan en ninguna causa así porque" recalcó que no tiene "nada que ver".

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