El TSJC ratifica la condena de 31 años a un hombre por apalizar y violar a una mujer en un edificio en Tenerife

Europa Press Islas Canarias
Publicado: viernes, 12 diciembre 2025 13:08

SANTA CRUZ DE TENERIFE 12 Dic. (EUROPA PRESS) -

La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha ratificado la condena de 31 años de cárcel impuesta por la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife a un hombre, de nacionalidad marroquí y que se encontraba en situación irregular en Canarias, por dar una brutal paliza, violar y robar a una mujer en un edificio en Santa Cruz de Tenerife en la Navidad de 2022.

La sentencia, recogida por Europa Press y que desestima el recurso de apelación, descarta que solo haya habido un agresión sexual, como ha solicitado la defensa, ya que en las cámaras de seguridad que grabaron los hechos se observan hasta tres ataques sexuales.

La Sala también descarta el consumo de drogas y alcohol como atenuante ya que "el hecho de ser consumidor de drogas no implica la afectación de las mismas en la conducta del delincuente", tampoco se puede determinar si es un toxicómano por cocaína y los agentes de la Policía Nacional que intervinieron no detectaron esa conducta.

Lo mismo ocurre con el supuesto estado de embriaguez dado que el hombre planificó el ataque y mantuvo "en todo momento" el control de la situación.

Igualmente, la Sala no tiene en cuenta la confesión de los hechos del condenado dado que las pruebas son "claramente abrumadoras" y "nada aporta" que se reconociera como la persona grabada.

La sentencia considera probado que el joven, de 24 años y que llegó a Canarias en patera a través de la isla de Lanzarote y se encontraba en el centro de acogida de migrantes de Las Raíces, sorprendió a la víctima, de 59 años, mientras trataba de acceder a su puesto de trabajo en torno a las 06.30 horas en el 'Edificio Olympo'.

El hombre la siguió por los pasillos hasta que la mujer estuvo sola y subió la reja eléctrica del local, ubicado en la primera planta, momento en el que se abalanzó hacia ella, la empujó al interior y le arrebató las llaves para que no pudiera escapar.

Además, propinó a la víctima una "paliza brutal", dándole fuertes y reiterados golpes con la mano abierta, puñetazos, empujones contra muebles, agarrones, zarandeos, tirones de pelo, patadas y hasta intentos de estrangulamiento.

La paliza duró más de diez minutos con una violencia "feroz, cruel y desproporcionada, incluso para el fin que pretendía de someter a la víctima a su voluntad y de agredirla sexualmente".

Posteriomente, mientras agredía a la mujer sexualmente, le seguía propinando golpes y le apretaba el cuello impidiéndole respirar, por lo que exhausta, dejó de prestar oposición física alguna, temiendo que el hombre la pudiera asesinar.

Tras culminar la agresión, mantuvo retenida en la oficina a la mujer, que intentó escapar sin éxito, por lo que fue agredida otra vez, tanto física como sexualmente, hasta que finalmente decidió abandonar la zona casi una hora y media después, no sin antes robar 30 euros, las llaves del local y los zapatos a la mujer.

El hombre amenazó de muerte a la mujer si contaba los hechos y finalmente fue detenido por la Policía Nacional en torno a las 08.30 horas, cuando trataba de coger el tranvía para volver al centro de Las Raíces, una vez la víctima, en estado de shock y muy malherida, había logrado llamar a su marido y al dueño de la empresa.

Fue el conserje del edificio quien la encontró diez minutos después de marcharse el agresor.

La víctima precisó de seis meses para su curación y estabilización de las lesiones aunque no llegó a estar hospitalizada ni presentó lesiones físicas a nivel genital ni anal derivadas de los hechos, aunque sí sífilis y hepatitis, patologías que duraron hasta mayo de 2023.

LA VÍCTIMA, CON INCAPACIDAD LABORAL PERMANENTE

A consecuencia de estos hechos, presenta un cuadro ansioso-depresivo y trastorno de estrés postraumático, con episodios de terror, indefensión, vértigos, síntomas de reexperimentación, reacciones vivenciales, malestar psicológico intenso, sentimiento de culpa, baja autoestima, conductas de evitación, inestabilidad emocional, infravaloración, problemas de concentración, alteraciones del sueño, tristeza, desinterés por las actividades cotidianas, somatizaciones y repercusiones tanto en las esferas personal, familiar, social y laboral.

Por todo ello continúa en tratamiento psiquiátrico y se le ha reconocido una incapacidad laboral permanente.

La Audiencia Provincial incidió en la sentencia inicial en la "violencia desmedida" y en condiciones "especialmente vejatorias y degradantes" en un total de tres ataques --incluso obligó a la víctima a ayudar a vestirle y trató de darle un beso de despedida--, algo que corroboran las cámaras de seguridad del edificio, que grabaron en parte las agresiones.

En concepto de responsabilidad civil, el hombre deberá indemnizar a la mujer con 25.000 euros por las lesiones sufridas y otros 50.000 euros por secuelas y daños morales y también debe cumplir diez años de libertad vigilada tras el cumplimiento de la condena.

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