LOGROÑO 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las bodegas de la Denominación de Origen Rioja podrán ahorrar energía "a la carta", en el momento del proceso de producción del vino que elijan, a través del Proyecto Amethyst, en el que participan Francia, Alemania y España (en este último, sólo para Rioja).
El Consejo Regulador ofreció hoy a las bodegas una jornada para darles a conocer la herramienta informática del Proyecto Amethyst, en colaboración con BestErgy. El gerente de este último, Juan Pedro López, les detalló las claves de un programa que las bodegas de Rioja tienen ya a su disposición.
En declaraciones a Europa Press, López explicó que el programa funciona como un simulador que adapta condiciones "ideales" de ahorro energético a la realidad de la bodega, aportándole pautas para poner en marcha un ahorro cuya cuantía depende, totalmente, de cada caso.
El proyecto se basa en un modelo de producción, ensayado en California, que, después, se aplica en cada bodega. Para ello, primero se analizan las distintas fases de producción y se decide si la bodega puede ahorrar energía bien en el bombeo, en el embotellado, en el prensado o en cualquiera de los momentos de elaboración del vino.
Para poder aplicar el programa en Europa se realizó, primero, una adaptación al modelo europeo. Después, para traer la herramienta a Rioja, se hizo otra adaptación a las peculiaridades regionales, basándose en el clima, ya que la producción del calor o frío necesarios varía según el lugar, y a la forma de elaboración del vino propia de esta denominación.
Cada bodega que participe en el proyecto recibirá unas "sugerencias" de inversión (como cambiar una bomba) y se le detallará el tiempo en el que este dinero revertirá en el ahorro y comenzará a recuperarse.
La utilización del software en Rioja está cofinanciada por la Comisión Europea y el Consejo Regulador. Las bodegas que decidan usarlo no tienen por qué pagar por ello, aunque, una vez que vean analizada su situación, deberán contar con la ayuda de una ingeniería que les asesore en su implantación.
Amethyst, nombre que recibe el proyecto, viene del inglés y significa 'amatista', una piedra que se usaba en la edad media para echar al vino y de la que se pensaba, erróneamente, que anulaba las borracheras. El nombre, por tanto, es un juego lingüístico.