LOGROÑO 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
La titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Logroño ha condenado a un total de 6 meses de prisión y una multa de 3.000 euros a un hombre, por un delito contra la seguridad del tráfico y otro de desobediencia, por conducir borracho y negarse a realizar la prueba de alcoholemia cuando se lo requirió la Policía Local de Calahorra.
De acuerdo con el relato de los hechos probados en la sentencia, el acusado, M.L., conducía el pasado día 19 de febrero, sobre las 7:30 horas, un vehículo marca Mercedes propiedad de su padre, por varias calles de Calahorra, tras haber ingerido bebidas alcohólicas "que disminuían sus facultades psicofísicas para circular correctamente, por lo que lo hacía de forma zigzagueante".
La Policía Local de Calahorra fue avisada por un ciudadano, que expuso que el acusado circulaba por el carril izquierdo en una calle de la localidad, obligando a dos coches que iban en sentido contrario a una brusca maniobra de evasión para evitar un accidente.
A la llegada de los agentes, el vehículo acababa de estacionar; cuando los agentes se acercaron al hombre, pudieron comprobar que presentaba síntomas evidentes de encontrarse bajo los efectos del alcohol, como rostro pálido, ojos apagados, olor a alcohol en el aliento, voz pastosa con expresiones repetitivas y deambulación insegura.
Invitado el acusado a someterse a la prueba de alcoholemia, se negó reiteradas veces "pese a que se le advirtió de las consecuencias de su conducta, comprendiendo perfectamente lo que se le decía". La juez afirma que "los hechos probados son legalmente constitutivos de un delito contra la seguridad en el tráfico".
Recuerda, además, que la negativa a realizar la prueba de alcoholemia es un delito de desobediencia, que está penado con seis meses de prisión. Por ello, ésta es finalmente la condena que se le impone, junto con una multa de 10 meses con una cuota diaria de 10 euros -3.000 euros- por el delito contra la seguridad del tráfico.