El proyecto Hiperorujos transforma los residuos de la uva en recursos de alto valor gracias a IA e imagen hiperespectral

   LOGROÑO, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -

   El proyecto Hiperorujos ha comenzado su andadura con el objetivo de transformar los orujos de uva, un subproducto habitual del proceso de vinificación, en materias primas de alto valor. Para ello, Hiperorujos va a aplicar tecnologías avanzadas como la imagen hiperespectral y la inteligencia artificial.

   Esta iniciativa desarrollará un sistema capaz de analizar en tiempo real la composición química de los orujos y clasificarlos automáticamente según su destino más eficiente: desde la producción de bioetanol hasta su uso en cosmética, fertilizantes o suplementos nutricionales.

   Hiperorujos está cofinanciado por el Gobierno de La Rioja a través de la Dirección General de Empresa, Energías e Internacionalización, dentro de la convocatoria Retos 2024.

   Hiperorujos es un proyecto colaborativo con participación de cuatro empresas riojanas: Altavitis Technologies, empresa agrotecnológica, especializada en vitivinicultura digital e inteligente, que lidera el desarrollo tecnológico y la coordinación general del proyecto; La Alcoholera de La Rioja, que aporta su experiencia en la transformación de subproductos de uva y servirá como planta piloto del sistema; Bodegas Cornelio Dinastía, con una firme apuesta por la sostenibilidad y los vinos ecológicos, que aplicará los resultados en su modelo de producción; y Laboratorios Sonsierra, con más de dos décadas de experiencia en análisis enológicos, que validará la calidad de los subproductos en las distintas fases del proceso.

   La tecnología propuesta es pionera en el sector vitivinícola. Frente a los métodos tradicionales, basados en una clasificación manual o poco precisa, Hiperorujos empleará cámaras hiperespectrales capaces de detectar compuestos como polifenoles, antioxidantes, humedad o fibra, invisibles al ojo humano.

   Sobre esos datos, algoritmos de inteligencia artificial decidirán en línea el uso más adecuado para cada lote, dirigiéndolo automáticamente hacia su valorización.

   Este enfoque permite tratar el orujo no como un residuo, sino como una fuente de valor con múltiples aplicaciones industriales. El sistema incluirá, además, herramientas de trazabilidad mediante 'blockchain' para garantizar la transparencia en toda la cadena de aprovechamiento, desde el origen hasta el destino final.

MEJORA DE LA EFICIENCIA Y NUEVOS INGRESOS.

   El sistema en desarrollo representa una innovación significativa para la industria vitivinícola. Es la primera vez que se integra una solución completa que combina visión artificial, inteligencia artificial, trazabilidad digital y automatización para gestionar de forma inteligente un subproducto tan abundante como el orujo.

   Esta tecnología permitirá a las bodegas y alcoholeras mejorar su eficiencia, reducir costes de gestión de residuos y generar nuevos ingresos a partir de productos derivados de mayor valor.

   Además de su impacto económico, el proyecto contribuirá de forma directa a los objetivos de sostenibilidad del sector. Reducirá la huella ambiental de las explotaciones vitivinícolas, fomentará la economía circular y permitirá una producción más eficiente en el uso de recursos hídricos y energéticos. También facilitará el cumplimiento de estándares ambientales cada vez más exigentes por parte de las Administraciones Públicas y los mercados internacionales.

   Aunque desarrollado inicialmente en La Rioja, el sistema Hiperorujos está diseñado para ser replicable y escalable. Puede aplicarse en otras zonas vitivinícolas, como Ribera del Duero, Burdeos o Napa Valley, y adaptarse a otros sectores agroalimentarios que generan subproductos con potencial de aprovechamiento, como el del aceite de oliva o la industria conservera.

   Este proyecto posiciona a La Rioja como una región líder en innovación aplicada al sector vitivinícola y refuerza el papel de la tecnología como aliada para una producción más inteligente, sostenible y rentable. Hiperorujos está cofinanciado por el Gobierno de La Rioja a través de la Dirección General de Economía, Energías e Internacionalización, dentro de la convocatoria Retos 2024.