LOGROÑO 17 May. (EUROPA PRESS) -
El candidato a la Alcaldía por 'Ciudadanos de Logroño', Julio Revuelta, ha prometido esta mañana introducir un servicio de atención psicológica a domicilio para los discapacitados y sus cuidadores principales, así como la figura del defensor del discapacitado. También un centro específico para tratar trastornos alimentarios.
Revuelta ha comparecido junto a su compañera de lista, Mariam Ferrer, junto a la antigua casa Farias, donde se ubica el centro Aspace. El candidato ha afirmado que "la atención a las personas, junto con el empleo, debe ser uno de los ejes clave de la política municipal en la actual situación económica".
Ferrer ha explicado que 'Ciudadanos de Logroño' mantendría iniciativas sociales ya "tradicionales" como las ayudas a domicilio y de emergencia social; si bien su objetivo es satisfacer "el 100 por cien de la demanda".
Sin embargo, las medidas "estrella de ciudadanos" serían crear un observatorio local de la discapacidad y la figura del defensor del discapacitado. Respecto a este colectivo, Ferrer ha abogado por "hacer del Ayuntamiento de Logroño la mayor empresa solidaria". Para ello, Ciudadanos de Logroño pretende "potenciar y facilitar desde el ejemplo" la contratación de personas con discapacidad intelectual.
Para los discapacitados, Ferrer también ha propuesto actualizar el "mapa de la accesibilidad" e incluir, no sólo edificios públicos, sino también lugares de ocio.
Otra de las propuestas de l partido liderado por Julio Revuelta es crear una unidad de atención psicológica en todos los centros de atención social. Además, "ese deshago emocional se hará extensivo a las personas dependientes y sus cuidadores principales, creando un servicio de atención psicológica domiciliaria", ha explicado Ferrer.
La candidata también ha hablado de los problemas psicológicos que afectan a la cuestión alimentaria. En este sentido, ha propuesto crear un "centro específico" para enfermedades como la anorexia, la bulimia y otros trastornos de la conducta menos específicos como "la sobreingesta compulsiva y, sobre todo, la obesidad infanto-juvenil". Se trata de que las familias "no tengan que salir" a ciudades como Madrid o Barcelona, para recibir un tratamiento que "desgraciadamente es muy largo".
"Son problemáticas que se han convertido en la auténtica epidemia social de nuestro siglo", ha concluido Ferrer.