Simón Elías ensalza en un libro la figura del antipático: "Todos deberíamos serlo un poco más para no dejarnos doblegar"

SIMÓN ELÍAS
DANIEL DEL CASTILLO
Actualizado: domingo, 9 diciembre 2018 10:47

   'Las ventajas de ser antipático' recorre "multitud de universos poblados por seres diferentes que no se dejan coaccionar"

   LOGROÑO, 9 Dic. (EUROPA PRESS) -

¿Alguna vez se ha preguntado qué ventajas podría tener ser antipático?. El escritor riojano, Simón Elías, tiene la respuesta aunque, como matiza, "no tiene nada que ver con ser mal educado, grosero o descortés" sino con "reivindicar" con dejar a un lado "la sonrisa 'profident'" y decir, por encima de todo y con respeto, lo que uno piensa y siente. "Defender la libertad individual y alejarnos de estereotipos y de estigmas para no dejarnos doblegar".

   Algo que "no es sencillo" pero que "puede ayudar a ser uno mismo", a "atreverse a decir no" y a "luchar por nuestras ideas, compromisos y objetivos de la vida" sin miedo "al que dirán" porque parece que, "si no entras en el juego del 'bienquedismo', te marginan" pero "si todos fuéramos un poco más antipáticos podríamos hacer de este mundo, algo mejor", ha explicado el autor a Europa Press.

   Éstas son algunas de las reflexiones que Simón Elías presenta en su libro 'Las ventajas de ser antipático' (Pepitas de Calabaza). Una acción que es más posible que nunca "gracias a la sociedad y el espacio plural en el que vivimos hoy en día" donde "la reivindicación tiene más cabida que nunca".

   Entre sus reivindicaciones, el escritor riojano defiende "la necesidad de decir lo que no piensa por encima de los que otros quieren oír" aún a riesgo "de caer antipatico" porque "solo así podremos ser quién realmente somos".

   Ser antipático -matiza- "no es más que un juego de palabras. Yo me dedico a la literatura porque desde la palabra y desde el lenguaje podemos reivindicar quiénes somos y lo qué queremos hacer y, al final, ser antipático no es más que eso".

   Un libro que nace de una anécdota del pasado cuando, en el pueblo en el que se crió (Trevijano, La Rioja) "una vecina me definió como el hermano antipático. De este posicionamiento en el cuál a mí se me colocó ese adjetivo sin yo saberlo, pensé que un día escribiría sobre las ventajas de serlo y así lo he hecho". Se trata "de una reivindicación a la minoría a aquellos a los que se intenta ocultar o descalificar".

   Un texto que recorre multitud de universos poblados por seres diferentes, "gente rara a quienes las 'normas de la normalidad' aún no han conseguido doblegar. Un libro de lectura estimulante que propone al lector situaciones grotescas, exóticas, historias del lejano oriente y divertidas batallas donde nadie es condescendiente con las grandes imposturas de nuestra época, ni tolerante con la estupidez institucionalizada que nos acosa a cada paso".

"TODOS NOSOTROS TENEMOS ALGO DE ANTIPÁTICOS"

   De alguna manera, "el personaje del antipático nace de esa mirada un poco oscura, de la posibilidad de ensalzarla y darnos cuenta de que todos nosotros tenemos algo de antipáticos e incluso deberíamos serlo un poco más para no dejarnos dirigir o coaccionar por lo imperante".

   Todo porque, como explica el autor, "siempre es más fácil ser simpático. Es más fácil sonreír y decir que sí" porque "cuando uno dice que no tiene que imponerse, hacer una reflexión, ser contestatario mientras que, para ser simpático, solo vale con sonreír. El antipático no se deja doblegar, defiende lo suyo, aunque no caiga bien".

   Se trata -en definitiva- "de una reivindicación de quienes somos, de nuestra libertad, de nuestra cultura y de lo que somos por encima de lo preponderante. Hay gente que dice que no, y no pasa nada".

   'Las ventajas de ser antipático' es un libro escrito entre cuatro continentes, de Los Cameros a las montañas del Rif, del Cañón del Colorado a las calles de Pakistán, de los tugurios de París a la city de Londres, de Ginebra a Chamonix pasando por Finlandia, porque como bien explica Elías "yo soy un viajero acérrimo".

   "Paso mi vida viajando y éste es un libro de viajes y que tiene una visión torcida y anómala que reivindica la voz narrativa del antipático y una posición contraria a la homogeneización dándonos a entender que el mundo esta poblado de historias maravillosas pero también dolorosas, inconfortables, antipáticas y que no todas están al alcance de nuestros deseos".

   A través de mis viajes, "intento contar una serie de historias donde todo no es cómo creemos que es", ha indicado.

   En este libro, el personaje principal es el narrador, "el aventurero desnudo, un periodista de investigación que va desgranando las historias y va desnudando esa visión estigmatizada de nuestra sociedad para comunicar que la diferencia es posible".

   Todo lo que acontece a lo largo del libro son historias reales porque "es un libro de no ficción que está a medio camino entre el diario y la crónica periodística. Todo lo que acontece es real pero se cuenta con una técnica que se acerca a la novela con un gancho narrativo para que el lector disfrute y tenga una intriga y quiera continuar leyendo" porque "no hay nada más escabroso que la propia realidad".

   Se trata de "entender la pluralidad que existe y que está a nuestro alrededor y que solo es una cuestión de mirada". De alguna manera, reflexiona, "mi libro es una evocación a los antiguos libros de viajes, como las Maravillas de Marco Polo, donde encontrábamos un mundo exótico, lleno de contradicciones, de amor, de violencia, pero que nos resultaba ajeno e interesante que nos maravillaba".

   "Intento combatir eso desde el siglo XXI, demostrar que el mundo es algo mucho más rico, variado y perturbador" y que hay que expresar "nuestros sentimientos, nuestra manera de entender la existencia. Hay un gran destape pero también reflexión y exotismo".

   Todo porque parece que, hoy en día, "de alguna manera" debemos suscribirnos "a un lenguaje concreto, a unas maneras de proceder que encajen con lo políticamente correcto y jugar con el humor, pero siempre sin pasarte, porque puede llevarte a situaciones muy desagradables".

SIMÓN ELÍAS

   Simón Elías Barasoain nació en Logroño en 1975, aunque se crió en Trevijano (La Rioja). Es autor de un libro sobre dos alpinistas aragoneses de los años cincuenta, Rabadá y Navarro. La cordada imposible (Desnivel, 2007), y del texto Alpinismo bisexual y otros escritos de altura (Pepitas, 2013).

   Escribe con asiduidad artículos sobre viajes, alpinismo, lugares y personajes remotos en revistas especializadas como Desnivel, Grandes Espacios, Pirenaica, Campo Base, Oxígeno, Piedra de rayo o Montagnes Magazine. También colabora con la prensa más generalista como Jotdown, El País, El Internazionale o The Independent. Y ha dirigido los equipos de alpinismo de la Federación Española de Montaña durante seis años. Actualmente vive en Chamonix, en los Alpes franceses, "y continúa buscando al yeti, como todo el mundo".