El concejal Jaime Caballero presenta el proyecto para soterrar la subestación de Cascajos. - EUROPA PRESS
LOGROÑO, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
La subestación eléctrica de Cascajos se compactará y se soterrará, contando para ello con un presupuesto total estimado de unos 5,6 millones de euros. Este año se prevé cerrar el convenio necesario con Iberdrola, tras lo que se haría la licitación, con un cálculo de un plazo de unos dos años para realizar la obra.
Así lo ha señalado este viernes el concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, Jaime Caballero, en una rueda de prensa en la que ha dado a conocer el anteproyecto, llevado a cabo, como el resto de trabajos del soterramiento, por el estudio de arquitectura de Iñaki Ábalos.
"Estamos ante un proyecto más de los que dejó sin resolver el anterior Gobierno municipal del PP, como la Casa del Cuento, Maristas o el Parque Juan Gispert", ha señalado Caballero, quien ha valorado que "ahora, a esos proyectos incumplidos que hemos heredado, les vamos dando salida salvando problemas jurídicos o económicos".
Así, "tras analizar todas las alternativas para su ubicación, también teniendo en cuenta su posible traslado, se ha llegado a la conclusión de que la mejor solución es su compactación y soterramiento en su misma ubicación actual, es la única solución viable".
Ha lamentado el edil que "Logroño ha perdido la oportunidad de integrar la subestación en el entorno del soterramiento" y ha rechazado que "existiera ningún debate sobre llevarla fuera del centro, el debate es por qué no se soterró a la vez que el resto de la obra del ferrocarril".
Esta situación, además, en palabras del concejal, ha provocado que estos trabajos con la subestación "hayan quedado fuera del PERI Ferrocarril, por lo que su coste total tendrá que ser asumido por el Ayuntamiento de Logroño".
Un coste, ha detallado, que pasa "por la estimación que ha hecho Iberdrola de la obra en sí, por 4,6 millones de euros, a lo que hay que sumar un millón más para la ejecución de la obra civil necesaria".
Con todo, ha señalado que "se está avanzando en un convenio con Iberdrola para que aporte 1,5 millones", además de que "se está hablando también con LIF para que contribuya".
EL PROYECTO.
Jaime Caballero ha recordado que la subestación se construyó en el año 1990, para el suministro eléctrico de lo que entonces era Polígono Industrial de Cascajos. Posteriormente, ha acabado dando energía a una buena parte del centro y sur de la ciudad, "por lo que la mejor ubicación es la actual, para no tener pérdidas" en ese sentido.
De acuerdo con los cálculos del edil, "que la subestación se vaya fuera supone una pérdida de 284 megavatios al año y 60 toneladas más de CO2, es decir, una tonelada más de CO2 cada seis días". Además, ha unido que este tipo de instalaciones "se van integrando en las zonas urbanas a medida que van creciendo, con líneas subterráneas".
Sobre estas premisas, el proyecto de Ábalos "cumple con las demandas de fiabilidad, sostenibilidad y seguridad" necesarias, además de "estar muy bien posicionada para los retos a los que se enfrentan las redes eléctricas en el futuro".
De esta manera, "la compactación y soterramiento de la subestación supone más seguridad, porque se aplica la nueva normativa, y el campo eléctrico se confina en los campos envolventes de la construcción; reduce el impacto medioambiental; mejora el suministro, al introducir las últimas tecnologías; y no supone afección con otros suministros, como agua o gas".
A ello se suma, además, "que la superficie ocupada se reduce en un 50 por ciento", lo que va a permitir la liberación de espacio público "de manera que se va a poder completar el vial de Miguel Delibes", con los dos carriles por sentido en todo su trazado al eliminarse el estrechamiento actual de la calzada.
Se hará un cerramiento en las torres de ventilación "con un cuidado diseño arquitectónico, para quedar integrado en el entorno del soterramiento, manteniendo la estética de la zona". Para ello, "se usará un envolvente ligero con una chapa curva", que reflejará la luz del día en sus diferentes momentos.
"No se trata solo de ocultar la subestación -ha explicado Caballero- sino de crear, a la vez, un objeto urbano agradable y seguro, sin competir, además, con la geometría triangular de las estaciones de autobús y de ferrocarril, que son instalaciones diferenciadas".
El concejal de Desarrollo Urbano ha agradecido "el trabajo y la colaboración" entre todas las administraciones y entidades implicadas "para solucionar un problema que estaba enquistado desde hace tantos años".
Ha señalado que, por ahora, se sigue negociando el convenio con Iberdrola "que se formalizará durante este año", tras lo cual, se llevará a cabo la licitación del proyecto y el acopio de materiales, por lo que no ha podido adelantar una fecha para el inicio de las obras, aunque sí ha calculado que "una vez que comiencen, este tipo de trabajos suele tener un periodo de ejecución de unos dos años".
La realización de esta obra, ha añadido por último Jaime Caballero, no influirá de ninguna manera en el desarrollo de la futura estación de autobuses, "porque, aunque la calle Miguel Delibes va a acabar siendo un vial con dos carriles por sentido, de momento, el que tenga uno por sentido en ese tramo es suficiente para la operatividad de la estación".